TEGUCIGALPA, HONDURAS
Este 30 de mayo, Honduras se tiñó de verde para conmemorar con orgullo el Día del Árbol Nacional, una fecha emblemática dedicada a honrar al pino, símbolo de la riqueza floral y especie más abundante del país. La jornada fue un llamado a la acción y a la reflexión sobre la importancia vital de los árboles para el futuro de la nación.
A lo largo y ancho del territorio hondureño, instituciones públicas y privadas se unieron en diversas actividades, destacando las jornadas de reforestación como el eje central de la celebración. Desde iniciativas escolares hasta sembratones comunitarios, el día se transformó en una poderosa declaración de compromiso con la conservación del medio ambiente.
Los mensajes institucionales resonaron con claridad, enfatizando el valor incalculable de los árboles: son los «pulmones del planeta», cruciales para purificar el aire, proteger las fuentes de agua, mitigar los efectos del cambio climático y albergar la biodiversidad.
Las Fuerzas Armadas de Honduras no se quedaron atrás, renovando su compromiso con la defensa de la naturaleza. En un emotivo mensaje, subrayaron que «cuidar los bosques también es defender a la patria», destacando que sembrar un árbol es sembrar esperanza, vida y futuro para las nuevas generaciones.
Las plataformas institucionales se llenaron de mensajes reflexivos que invitaban a la conciencia colectiva: «Un árbol no solo da sombra… purifica el aire, protege el agua, da vida al planeta» y «Un bosque es un tesoro natural que debemos cuidar y preservar».
Ambientalistas resaltaron que este día especial es un recordatorio de que cada acción cuenta. Sembrar un árbol es mucho más que plantar una semilla: es un acto de amor por Honduras y por el mundo, pues proteger los árboles es, en esencia, proteger la vida.
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