ESTADOS UNIDOS
La muerte de un ser querido sin duda es un hecho doloroso que no se le desea a nadie, pero lamentablemente es algo inevitable. Tal como le sucedió a James Bernard Hendricks, de 66 años, que murió de manera inesperada mientras acudía al Parque Nacional Arches, en Utah, para esparcir las cenizas de su padre.
De acuerdo con autoridades, James vivía en Austin (Estados Unidos) y desde hace dos semanas publicó en redes sociales que comenzaría un largo viaje para honrar la memoria de su padre fallecido. Sin embargo, ni él ni sus familiares esperaban el fatídico final.
Lamentablemente el hombre no soportó las altas temperaturas de Estados Unidos – que han llegado hasta los 45 grados centígrados – por lo que sufrió una combinación de golpe de calor y deshidratación, hasta finalmente morir.
Además, los encargados habían sido informados de la presencia de James, ya que este debía regresar el 1 de agosto, pero al ver que no cumplió con el plazo programado fueron en su búsqueda, hallándolo a unos cuatro kilómetros de donde estaba su auto.
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