TEGUCIGALPA, HONDURAS.
Las autoridades sanitarias del régimen se mostraron “decididamente” convencidos de seguir con su polémica estrategia de contención de la pandemia. Sin embargo, expresaron su intención de realizar algunos ajustes a sus protocolos.
China anunció hoy que mantendrá “decididamente” su política de COVID cero, pero expresó su oposición a “las tendencias de ‘confinarlo todo’ y de ‘abrirlo todo’”.
“Es necesario abolir la superposición de distintas medidas de prevención”, explicó en una rueda de prensa el portavoz de la Comisión Nacional de Sanidad Mi Feng, quien añadió que “hay que luchar contra conductas irresponsables que abogan por una apertura total”.
Ante los rebrotes que registran muchos puntos de la geografía del gigante asiático, el también funcionario de la Comisión Shen Hongbing explicó que China “continuará construyendo hospitales” y se asegurará de que estos tengan “suficientes camas”, de las cuales el 10% deberán ser de cuidados intensivos.
Shen aseguró asimismo que “los departamentos pertinentes están formulando un plan para acelerar la vacunación”.
El país asiático ha basado toda su campaña de inoculación en vacunas de fabricación nacional. Llevan administradas más de 3.400 millones de dosis entre su población de alrededor de 1.400 millones de habitantes, aunque los ancianos han sido uno de los grupos más reticentes a recibir la inyección.
“Al elegir una vacuna, hay que tener en cuenta la seguridad, la eficacia y la accesibilidad”, aclaró Shen, respondiendo así a recientes rumores sobre si China adoptará las vacunas de empresas extranjeras como la alemana Biontech.
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