La devastación del Valle de Sula tras las lluvias de Iota

La devastación del Valle de Sula tras las lluvias de Iota

San Pedro Sula, 18 de noviembre. Las tormentas tropicales Eta y Iota dejaron destrucción, dolor y luto en el territorio hondureño, especialmente en el Valle de Sula, que fue duramente golpeado en los últimos días por estos fenómenos naturales.

Ciudades inundadas, casas completamente destruidas, familias desesperadas, cultivos agrícolas anegados y otros daños forman el panorama de destrucción que se ve en esta zona productiva del país, afectada principalmente por las crecidas de los ríos Ulúa y Chamelecón.

Miles de rescatistas, entre miembros de las Fuerzas Armadas, Policía Nacional, Cuerpo de Bomberos, Cruz Roja, Cruz Verde, Copeco y muchos voluntarios, han realizado innumerables operaciones de rescate de damnificados con el apoyo de naves aéreas y embarcaciones de los órganos de seguridad, así como otras facilitadas por empresas y personas particulares.

La Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) advirtió mediante un comunicado que las estaciones de monitoreo de ríos en San Francisco Ojueras y Chinda, en Santa Bárbara, indicaban que el Ulúa había alcanzado un nivel de cuatro metros arriba de lo normal y se estaría reflejando en una crecida en el Valle de Sula.

Dicha crecida afectó los sectores bajos de Pimienta, Villanueva, La Lima, San Manuel, Potrerillos en Cortés; Santa Rita y El Progreso, en Yoro, hasta el Ramal del Tigre, en Tela Atlántida, entre otros lugares.

El desbordamiento del río Ulúa provocó inundaciones considerables en lugares como colonia Planeta, colonia Céleo Gonzales, colonia Jerusalén en La Lima, colonias Sabillón Cruz, Palmira y parte de la Ebenezer en Chamelecón.

Asimismo, las colonias 6 de Mayo, Flor de Cuba, Paraísos 1,2,3,4,5 y 6 como parte de la Rivera Hernández, colonias Pineda, Reyes Caballero y 15 de Septiembre en San Manuel, Cortés, entre otros.

Además, el aeropuerto Ramón Villeda Morales también resultó inundado nuevamente, producto de estas inundaciones que provocaron las tormentas Eta y Iota.

“Lamentablemente el país fue embestido por dos huracanes de manera simultánea en un lapso de 15 días y se hicieron esfuerzos por reparar estos bordos, principalmente el del canal Maya, pero que 4 o 5 días no fue suficiente para poder repararlos todos”, dijo el nuevo comisionado especial para la zona noroccidental de Copeco, Jaime Omar Silva.

Silva consideró que pese a los daños ocasionados por estos fenómenos naturales la población hondureña se ha comportado a la altura “y eso es bueno, porque la gente ya empieza a reaccionar”.

Reiteró a la población no caer en el uso de la desinformación que generan las redes sociales, por lo que exhortó a leer los informes de la plataforma digital de Copeco.

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