TEGUCIGALPA, HONDURAS.
Mediante una inspección realizada por parte de la Unidad Metropolitana de Prevención #2, en colaboración con agentes de la Dirección Policial de Investigaciones, fue encontrada una libreta con la serie de las armas incautadas a la pandilla 18 durante la Operación “Soroguara II”, en el valle de Amarateca.
El pasado miércoles 3 de mayo, mediante operaciones policiales focalizadas en un sector aledaño a Ciudad España, se decomisó un arsenal de guerra perteneciente a la estructura criminal, entre ellos, un lanzacohetes antitanque, con cabezas de fragmentación termobaticas.
En la libreta están escritas las series y características de las armas que fueron desenterradas de una fosa, dando como indicio en el proceso investigativo para dar con el paradero y procedencia del armamento.
El documento indica que los pandilleros tenían en su poder una pistola 9mm, sin marca legible, color negro y cacha gris, con serie CO1391, una pistola marca Brown 380, 9mm, color negro y gris, con serie BDA380425 y NM09701 y una pistola sin marca 9mm, serie P174b57.
Se indica que se cuenta, además, con un fusil AR15 Calibre 5.56mm, color negro, con serie 6E01473, un fusil FAL Calibre 7.62mm, color negro, con serie 6318702 y una “Basuca” (lanzacohetes), con la serie KV1998. Mientras que las cuatro ojivas, contaban con la serie PJC-7B1 y AE-12-386 – 1998.
Según los expertos, el lanzacohetes es considerado altamente destructivo, capaz de atacar objetivos dentro de un radio de 200 metros; penetrar hasta 375 mm armaduras blindadas convencionales, con ojivas de alto poder explosivo/fragmentación y termobáricos.
Como parte del proceso de desarticulación de la Pandilla 18, la Policía Nacional ya estará en contacto con la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos de Estados Unidos, para compartir los hallazgos de la investigación, números de serie y dar con el paradero de como este grupo delictivo organizado podría haber adquirido este armamento de guerra.
La Policía Nacional continúa trabajando arduamente para salvaguardar la vida de los hondureños, actuando rápidamente para prevenir cualquier hecho delictivo que atente contra la seguridad del Estado de Honduras.
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