MADRID, ESPAÑA (EFE)
Acabar con la impunidad de los crímenes en Centroamérica es una de las prioridades del enviado especial de la Presidencia de la Corte Centroamericana de Justicia para Naciones Unidas, el español David Balsa, que forma parte de una candidatura al Nobel de la Paz con Kamala Harris y la activista hondureña Laura Zúñiga.
Es una candidatura de cooperación internacional y de la sociedad civil a favor de dar visibilidad a la región en el mundo, a favor de los derechos humanos, el desarrollo y la prosperidad y “ponerla en el mapa”, reconoció el viernes Balsa en declaraciones a EFE.
En sus funciones actuales se encarga de promover todo lo que tiene que ver con fortalecer el sistema judicial centroamericano, defender a los líderes sociales y feministas, proteger a las mujeres, y luchar “sin cuartel” contra los carteles de la droga y las mafias que trafican con seres humanos, impulsando la coordinación internacional en estas cuestiones.
Muchos magistrados han tenido que marcharse de sus países por “amenazas” del narcotráfico, incluso por “desprotección” de su propio gobierno, comentó.
Balsa estuvo trabajando en zonas de conflicto durante varios años como cooperante (Palestina, Balcanes, Irak); luego pasó a tener responsabilidades institucionales internacionales diversas y el último año, hasta agosto pasado, fue enviado especial de la Presidencia del Parlamento Centroamericano para Naciones Unidas.
Arremetió contra los asesinatos de líderes sociales, de comunidades originarias y feministas en Centroamérica y demandó que sean condenados no solo los sicarios, sino también los autores intelectuales porque, con impunidad, los crímenes continuarán.
Para ello hacen falta más medios, más magistrados y recursos, “para que la justicia sea más efectiva”. Recordó Balsa el plan para Centroamérica impulsado por la vicepresidenta de EE. UU., Kamala Harris, para resolver los problemas migratorios y de seguridad.
“Es una buena oportunidad” porque, argumentó, propone ayudarles con infraestructuras, hospitales, carreteras, juzgados y escuelas, y esto, añadió, es un cambio radical respecto a las políticas del anterior presidente Donal Trump.
“La administración Biden-Harris está en actitud de diálogo constructivo con Centroamérica”, apostilló. Además, Laura Zúñiga es hija Berta Cáceres, asesinada en 2016 por defender sus tierras en Honduras frente a los intereses de multinacionales.
La candidatura fue propuesta por dos diputados del Partido Libertad y Refundación (Libre), que gobierna en Honduras, y otra de Unidad Nacional de la Esperanza (UE), en la oposición en Guatemala.
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