Un amoroso niño de siete años se ha afeitado la cabeza para que su compañero de clase, enfermo de cáncer, para que no fuera el único sin pelo de la escuela.
La acción del pequeño Olly Spencer ha dado la vuelta al mundo. Todo comenzó cuando a Tommy-Lee Hetherington, de la ciudad inglesa de Anstey, le diagnosticaron leucemía el año pasado. Tras perder su pelo por el tratamiento contra su enfermedad, un compañero de su escuela, Olly Spencer, decidió rapárselo. Desde ese momento, los niños se han convertido en amigos inseparables.
Pero el joven Olly no se dio por vencido. Consiguió recaudar 1.200 libras (unos 1400 euros) para la organización benéfica que ayuda a otros jóvenes enfermos en Leicester.
“Llegué a casa y le pregunté a mamá si podía raparme la cabeza, así Tommy-Lee no seria el único niño sin pelo en la escuela”, explicaba el pequeño al diario local Leicester Mercuty.
“Somos mejores amigos y le ayudaré en todo lo que pueda”
“Cuando Tommy-Lee no tenía cabello, me sentía triste y no quería que se sintiera solo. Le quería ayudar, ya que tenía cáncer y quería que el cáncer se fuera. Me rapé para que pudiéramos ser calvos juntos. También recaudé dinero para una organización que le apoya a él y otros como él”
La madre de Tommy Lee, Kelly, manifiesta al mismo medio que la diagnosis cambió todo para la familia. “Trastocó nuestras vidas, dejó a la familia devastada”.
Como consecuencia, el niño se sometió a duros tratamientos de quimioterapia. “Nos dijeron que su tratamiento duraría tres años y medio. Comenzó con una etapa intensiva de esteroides, transfusiones de sangre y pinchazos de madera. Pero en cada etapa ha sido optimista y se ha tomado todo con calma. Es un pequeño soldado realmente valiente que no merece esta cruel enfermedad”.
Se refiere a Olly como un “muchacho sensacional” y reconoce que se sorprendió cuando escuchó lo que había hecho.
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