TEGUCIGALPA, HONDURAS
Una de las principales características de la artritis es la inflamación; por eso, incluir especias antiinflamatorias en la dieta de los pacientes con esta enfermedad puede contribuir al manejo de los síntomas. Eso sí, en el marco del tratamiento sugerido por el médico.
Hay que tener en cuenta que, por sí solos, los alimentos no tienen efectos milagrosos contra la patología. Pese a esto, lo asociado a la nutrición sí incide para bien o para mal sobre su evolución y sus manifestaciones clínicas.
¿Hay evidencias? ¡Por supuesto! En el siguiente espacio te compartimos los detalles.
Especias antiinflamatorias que ayudan al alivio de la artritis
En los pacientes con artritis, una o más articulaciones resultan hinchadas, sensibles y rígidas. Conforme avanza la enfermedad, la inflamación se hace crónica e imposibilita movimientos y actividades cotidianas. En consecuencia, la calidad de vida también se reduce.
Por fortuna, ahora mismo hay disponibles varias opciones terapéuticas que permiten mejorar el funcionamiento de las articulaciones y reducir el riesgo de complicaciones. Entre estas, lo asociado a la dieta desempeña un papel relevante. Y aunque se recomienda un abordaje individualizado, hay algunas recomendaciones generales que todos pueden aplicar.
El consumo habitual de especias antiinflamatorias, por ejemplo, da un valor agregado a los platos. No solo mejora su sabor, sino que brinda un efecto adicional sobre la regulación de la inflamación. Un estudio compartido en Journal of Translational Medicine respalda sus propiedades.
Según esta publicación, especias como la cúrcuma, el clavo, el cilantro, el ajo, el jengibre y la pimienta, entre otras, tienen potencial para influenciar las vías inflamatorias. ¿Cómo ayudan en la artritis? Ahora lo detallamos.
1. Cúrcuma
El principal compuesto activo de la cúrcuma, la curcumina, ha sido identificado como un antiinflamatorio natural. La especia se emplea en la medicina tradicional china y la medicina ayurvédica como coadyuvante para calmar el dolor y la hinchazón propias de varios trastornos musculoesqueléticos, incluyendo la artritis y la osteoartritis.
En una investigación divulgada a través de Journal of Medicinal Food se sugiere el uso de este ingrediente como complemento dietético para los trastornos inflamatorios. A su vez, una revisión revelada en BMJ Open Sport & Exercise Medicine detalla que la cúrcuma tiene efectos positivos en la disminución del dolor y la mejora de la función física en personas con artrosis de rodilla.
Si bien su mecanismo de acción sigue siendo materia de investigación, se ha observado que la curcumina bloquea las citocinas y las enzimas inflamatorias. Así, inhibe la producción de mediadores inflamatorios.
La cúrcuma (en foto de portada) se puede agregar a variados platos, como las sopas, los guisos y las carnes. No obstante, en su forma natural, la biodisponibilidad de la curcumina es escasa. La Arthritis Foundation recomienda 500 mg de extracto de curcumina en cápsulas, dos veces al día.
También se recomienda su combinación con pimienta negra para promover su absorción en el organismo. En cualquier caso, hay que evitar su consumo simultáneo con anticoagulantes, hipolipemiantes y suplementos herbales de ginkgo biloba, ajo o palma enana americana.
2. Canela
Más allá de ser idónea para mejorar el sabor y el aroma de una amplia variedad de platos, la canela tiene aplicaciones medicinales. Dos de sus compuestos activos, el cinamaldehído y el ácido cinámico, han sido reconocidos por su efecto antioxidante y antiinflamatorio.
En un estudio compartido por Biochemical Pharmacology se informa que el cinamaldehído, en particular, tiene potencial como agente terapéutico contra las enfermedades inflamatorias. Además, a través de Journal of the American College of Nutrition se reconoce su beneficio en enfermedades como la artritis.
El estudio concluye que la suplementación con canela sirve como complemento terapéutico seguro para reducir la inflamación y los síntomas clínicos de pacientes con artritis reumatoide. Esto se debe a que disminuye los niveles de proteína C reactiva en la sangre, uno de los marcadores de inflamación.
La especia está disponible en forma de suplementos, como cápsulas. También puede agregarse en polvo en los batidos, la avena, los guisos y diversos postres. No se recomienda exceder su consumo. Además, hay que evitar su ingesta simultánea con anticoagulantes.
3. Ajo
Una de las especias antiinflamatorias más utilizadas en cualquier cocina es el ajo. En su composición cuenta con disulfuro de dialilo, una sustancia que inhibe los efectos de las citocinas proinflamatorias. Se consume natural y en forma de suplemento para disminuir la hinchazón y la rigidez causada por la artritis.
Respecto a esto, un estudio en ratas divulgado en Journal of Environmental Pathology, Toxicology and Oncology determinó que el disulfuro de dialilo derivado del ajo tiene actividad antiartrítica. En concreto, disminuye la inflamación y previene el deterioro del cartílago.
Por su parte, una investigación en Phytotherapy Research concluye que la suplementación con ajo puede mejorar los mediadores inflamatorios, ya que reduce los niveles de proteína C reactiva y el factor de necrosis tumoral (FNT). Esto se refleja en una disminución de los síntomas clínicos de la artritis reumatoide, como las articulaciones dolorosas e inflamadas.
Hacen falta estudios más amplios y concluyentes para evaluar los efectos del ajo en la artritis. De todos modos, es conveniente añadirlo a sopas, pastas, platos con verduras, entre otras recetas. Se puede tomar también en forma de suplemento, pero bajo supervisión médica.
4. Pimienta de cayena
La pimienta de cayena —al igual que otros chiles picantes— concentran unos compuestos activos conocidos como capsaicinoides. Desde hace años, estos han sido foco de estudio, pues se ha observado que tienen actividad analgésica, antiinflamatoria y antioxidante.
Una investigación divulgada en la revista Molecules detalla que la capsaicina suele emplearse en dosis bajas en formulaciones tópicas para el tratamiento de la artritis. Su aplicación se relaciona con la disminución del dolor y de la sensibilidad articular.
Entre tanto, una revisión en la revista Osteoarthritis and Cartilage concluye que el uso de una crema tópica con capsaicina puede disminuir el dolor de la osteoartritis de forma tan efectiva como los antiinflamatorios no esteroideos. Y si bien son necesarios más estudios, estos productos pueden adquirirse en farmacias y herbolarias.
Aunque los estudios se enfocan en los efectos de la capsaicina tópica, la evidencia anecdótica sugiere que la ingesta de pimienta de cayena también tiene efectos positivos en el alivio del dolor y la rigidez. Se recomienda añadir la especia en pequeñas cantidades en sopas, guisos, salsas o adobos.
5. Pimienta negra
Por su particular sabor picante, la pimienta negra suele emplearse para condimentar una amplia variedad de platos. Lo que muchos no saben es que concentra compuestos activos como la piperina, que tiene efectos antiinflamatorios y antioxidantes en el organismo. En la medicina tradicional se considera un complemento contra los trastornos articulares.
Una investigación en European Journal of Pharmacology determinó que el ácido pipérico, una molécula derivada de la piperina, tiene actividad antinociceptiva y antiinflamatoria. Así las cosas, no solo favorece el control de la inflamación, sino que disminuye la intensidad del dolor.
Otro estudio en un modelo animal, compartido por Arthritis Research & Therapy, hizo hallazgos similares. Los investigadores concluyeron que la piperina tiene efectos antiinflamatorios, antinociceptivos y antiartríticos. Por tanto, se recomienda investigar su potencial como suplemento dietario contra la artritis.
6. Clavo
Las investigaciones sobre los efectos del clavo contra la artritis han dado resultados mixtos. Aun así, hay evidencia que sugiere que el eugenol, uno de sus compuestos activos, tiene propiedades antiinflamatorias que contribuyen a la disminución de los síntomas de este trastorno.
Una revisión compartida por Oxidative Medicine and Cellular Longevity habla del potencial clínico del eugenol para el tratamiento de las enfermedades asociadas al estrés oxidativo y a la inflamación. Su asimilación tiene beneficios para la salud y para mejorar la calidad de vida.
En un modelo experimental, divulgado en Biological and Pharmaceutical Bulletin, los hallazgos fueron similares. Se determinó que el eugenol mejora la artritis experimental y podría ser útil como complemento en el tratamiento de la artritis humana.
En el caso de la artritis, el eugenol puede aprovecharse mediante la aplicación tópica de aceite esencial de clavo. Este debe combinarse con un aceite portador (almendras, coco, oliva, etcétera), ya que por sí solo es irritante. De 5 a 10 gotas de aceite esencial por cada 15 mililitros de aceite portador es lo aconsejado.
Otras formas de consumo son las siguientes:
- En polvo añadido en sopas, guisos y productos horneados.
- Entero, agregado en té o bebidas calientes.
7. Jengibre
El jengibre contiene dos compuestos activos llamados gingerol y shogaol, a los que se les atribuye potencial antiinflamatorio. En una revisión compartida por Journal of Medicinal Food se detalla que esta especia comparte propiedades farmacológicas con los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos, pero con menos efectos secundarios.
Una investigación en la revista Gene determinó que la suplementación con jengibre puede ayudar al tratamiento de la artritis reumatoide al aumentar la expresión de ciertos genes involucrados en la función inmunitaria.
La especia puede agregarse a platos de carnes, sopas, vegetales, guisos y salsas. También se puede comer fresco mediante batidos o infusiones. Entre tanto, su aceite esencial puede combinarse con un aceite portador para su aplicación en masajes.
8. Tomillo
Un estudio compartido a través de la revista Complementary Therapies in Medicine reveló que el tomillo es una de las especias antiinflamatorias más empleadas entre pacientes con artritis reumatoide. Se valora por sus efectos antioxidantes, antiartríticos y ligeramente analgésicos.
Aunque las evidencias son limitadas, sus efectos se atribuyen en gran medida a su contenido de timol, un fenol monoterpénico que ha sido reconocido por su capacidad para promover la eliminación de radicales libres, reducir la inflamación y calmar el dolor.
El tomillo puede añadirse fresco o seco en platos con carne, legumbres y verduras. Asimismo, puede prepararse en infusión. Su aceite esencial (mezclado con un aceite portador) puede emplearse en masajes.
9. Orégano
Los aceites esenciales del orégano, al igual que componentes como el timol y el ácido rosmarínico, han sido reconocidos como antiinflamatorios naturales. A través de la revista Molecules se destaca que la especia coadyuva a reducir la inflamación y a combatir los efectos negativos de los radicales libres.
Aunque hacen falta estudios concretos, sus extractos se asocian a la disminución de los síntomas de la artritis reumatoide y de otros trastornos autoinmunes. En particular, podría ser útil para disminuir la hinchazón y el dolor.
Hay que considerar que la actividad antiinflamatoria se ha observado con el uso de extractos de la especia. Se desconoce si tiene los mismos efectos cuando se añade de forma natural en la dieta. Aun así, se recomienda que esté en carnes, sopas, guisos, entre otras recetas.
10. Cilantro
Finalizando este listado de especias antiinflamatorias nos encontramos con el cilantro. En un estudio en animales compartido en Indian Journal of Medical Research se determinó que el ingrediente ayuda a modular las citoquinas proinflamatorias en el sinovio, lo que le confiere actividad antiartrítica.
Por ahora, faltan estudios más amplios y concluyentes para corroborar estos efectos en humanos. De todos modos, los hallazgos se consideran un punto de partida para el estudio del cilantro (Coriandrum sativum) como agente terapéutico para la artritis reumatoide.
El cilantro se puede añadir fresco en sopas, guisos, carnes, ensaladas, entre otras recetas. También pueden emplearse sus semillas. Los suplementos deben tomarse bajo supervisión profesional.
Recomendaciones para el uso seguro de especias antiinflamatorias
En general, añadir especias antiinflamatorias en la dieta regular es seguro. Suelen emplearse pequeñas cantidades que son bien toleradas. Cuando se consumen en exceso, existe el riesgo de hinchazón y dolor abdominal, gases, reflujo ácido, irritación gástrica y diarrea. Otros síntomas pueden ser los siguientes:
- Alteración del ritmo cardíaco.
- Náuseas y vómitos.
- Somnolencia.
- Ansiedad.
- Agitación.
No hay que pasar por alto que, en algunas personas, las especias pueden derivar en reacciones alérgicas. De ser así, los síntomas pueden incluir urticaria, molestia abdominal e inflamación de las vías respiratorias. Hay que suspender su uso y consultar al médico.
Es posible encontrar suplementos derivados de las especias que prometen contribuir al alivio de la artritis. Si se opta por esta opción, hay que consultar al médico o a un herbolario certificado. Las dosis pueden variar en cada presentación, pero es primordial respetar la cantidad sugerida por el fabricante.
Ya sea que se tome la especia en su forma natural o en suplemento, hay que tener precaución con el consumo simultáneo con medicamentos. En algunos casos potencia su acción, mientras que en otros la reduce.
Conviene esperar al menos dos horas entre la ingesta del fármaco y del suplemento.
Algunas interacciones frecuentes son las siguientes:
- Hipolipemiantes.
- Anticoagulantes.
- Antidepresivos.
- Antidiabéticos.
Las especias antiinflamatorias complementan la dieta para la artritis
Algunas especias tienen compuestos activos con propiedades antiinflamatorias que se vinculan a efectos positivos en el manejo de la artritis. Hasta la fecha, la mayoría de los estudios se han hecho en animales y en laboratorio, mediante el uso de extractos derivados de estos ingredientes.
Se desconoce si la ingesta habitual de las especias en su forma natural tiene los mismos efectos. De todos modos, son saludables y la evidencia anecdótica les atribuye beneficios cuando se incluyen en el marco de una dieta saludable y balanceada.
Son ideales para realzar el sabor y el aroma de platos de pasta, arroz, patatas, verduras, carnes, entre otros alimentos. ¿Te animas a probarlas?
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