ROMA
El papa Francisco aceptó el martes la renuncia de un obispo polaco cuya diócesis se ha visto remecida desde hace semanas por informes sobre una fiesta sexual con la presencia de un prostituto en la vivienda de un sacerdote, además de hechos de violencia anteriores que implicaban a sus clérigos.
El Vaticano no explicó el motivo de la renuncia del obispo Grzegorz Kaszak, de 59 años, a la diócesis de Sosnowiec, en el suroeste de Polonia. La edad de retiro normal de los prelados es de 75 años.
Pero su diócesis está bajo los reflectores desde que uno de sus sacerdotes es objeto de una investigación criminal por haber presuntamente organizado una fiesta sexual en su apartamento en Dabrowa Gornicza con un prostituto.
La prensa polaca informó que uno de los participantes en la orgía se desmayó debido a una sobredosis de píldoras para la disfunción eréctil.
Un fiscal dijo que se sospecha que el sacerdote “por falta de ayuda a una persona cuya vida está en peligro”, porque supuestamente trató de impedir el ingreso de paramédicos al apartamento.
No es el primer incidente clerical en la diócesis que llega a las primeras planas, indicio de que el escándalo de la orgía colmó la paciencia del Vaticano. Kaszak ofreció su renuncia el 29 de setiembre y el papa se la aceptó con inusual rapidez
En 2010, el entonces rector en funciones del seminario de Sosnowiec presuntamente estuvo implicado en una pelea en un club gay, pero se le permitió continuar en el puesto durante más de un año, a pesar de que el caso llegó a la prensa polaca. La Santa Sede intervino y disolvió el seminario, según la agencia noticiosa PAP.
En marzo de 2023, se halló el cadáver de un diácono de 26 años con heridas que indicaban un posible homicidio. Los fiscales dijeron que lo había matado un cura de 40 años que luego se suicidó. Los dos habían mantenido una relación conflictiva durante un tiempo y el cura había enviado mensajes amenazadores al diácono, informó PAP.
Kaszak dijo en un comunicado el martes que ofreció su renuncia al papa el 29 de setiembre. Agradeció a los curas y las monjas de su diócesis y pidió a “todos que perdonen mis limitaciones humanas”.
Fue designado obispo en 2009 por el entonces papa Benedicto XVI, después de haber sido durante un breve tiempo el número dos de la oficina del Vaticano para las familias.
La iglesia católica polaca ha sido remecida durante años por denuncias de abuso sexual de menores por sacerdotes, lo que ha forzado la renuncia de varios obispos y manchado la reputación de la iglesia en la patria de San Juan Pablo II.
La embajada del Vaticano en Polonia dijo que el arzobispo Adrian Galbas de Katowice administrará la diócesis de Sosnowiec hasta el nombramiento de un nuevo obispo.
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