Muchas veces hay imprevistos que dificultan mantener la rutina diaria o semanal. Para los deportistas que acostumbran su cuerpo al ejercicio, dejar de hacer ejercicio puede ser algo indeseado. Cualquiera que sea el motivo, la falta de actividad física hará que el cuerpo pierda parte de los progresos conseguidos anteriormente.
En mucho de los casos puede que una lesión requiera guardar reposo o el clásico período de vacaciones que nos lleva con facilidad a no realizar el entrenamiento por un tiempo… Lo malo en perder la costumbre física es que un par de días pueden alargarse a semanas e incluso meses.
(Foto: Getty Images/dragana991)
Cuando no se ejercita durante unos días
Si decide abandonar el ejercicio un par de días o menos de una semana no se notarán grandes cambios en la musculatura, en términos de tonificación y demás. Es más, no es tan grave si se descansa unos días, puede ser hasta provechoso. Para los principiantes, la rutina de ejercicios representa una gran clave de recurrencia.
Así que recuerda que luego de un par de días de descanso es momento de buscar la motivación para recuperar la rutina. En esos días de descanso existe la posibilidad de sufrir cansancio en actividades super sencillas, como caminar de la casa al trabajo, ir de compras a la tienda de la esquina o simple y sencillamente realizar las actividades del hogar. Es por eso que no pasarse con el descanso es importante.
A cambio de ejercitarse de forma habitual y con descansos cortos pero constantes, el cuerpo tendrá más probabilidades de recuperarse con facilidad. El organismo puede aprovechar ese período para recuperarse de las exhaustivas actividades. Eso le ayudará a volverse más fuerte o mejor dicho, a ganar una mayor resistencia.
Una de las principales recomendaciones que hacen tanto los preparadores físicos como los nutriólogos es evitar una alimentación poco saludable en esos días de descanso.
Cuando no se ejercita durante un mes
(Foto: Revista Moi)
Cuando se deja de hacer ejercicio durante un mes la capacidad cardíaca y flexibilidad se pierden, igual que la masa muscular que se había ganado. Por lo tanto, se acumulará probablemente una mayor cantidad de grasa corporal. Además, puede que esté más estresado y no podrá tampoco controlar el ritmo acelerado del corazón ni dormir tan bien como antes.
Durante meses
(Foto: Escuela de Running)
El metabolismo ya estará muy lento y perezoso, lo que se traducirá en una quema más lenta de calorías. Lo más probable es que exista cansancio excesivo. El corazón tendrá que trabajar más y los pulmones no absorberán tanto oxígeno como antes. Pero el efecto más inmediato será que entrará en un estado de gran pereza y no será sencillo volver a la rutina rápidamente. En ese punto le costará mucho iniciar de nuevo. Si piensa hacerlo, es importante que inicie con una actividad ligera y los avances sean graduales.
Sin actividad durante un año
Tras no realizar ejercicio durante un año se convertirá en una persona estática. Además tendrá un aumento en el porcentaje de grasa corporal, pérdida de masa muscular y metabolismo lento.
Tendrá una gran posibilidad de padecer enfermedades como: depresión, insomnio, cansancio, colesterol alto, diabetes tipo 2 y presión sanguínea elevada.
(Foto: Fit People)
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