El 21 de noviembre de 2022 comenzará el Mundial de Qatar 2022 que ya tiene varias características por la cual será histórica: será el primer certamen de esta índole que se celebre en Medio Oriente, el último con 32 participantes, ya que luego el cupo se extenderá a 48, y además se disputará en una fecha inédita, para evitar así las altas temperaturas del verano en esa zona. Pero a todo esto se le sumará el contexto de la pandemia del coronavirus.
Si bien para ese entonces se espera que la humanidad haya dejado atrás los confinamientos y las restricciones por el Covid-19, esta semana se conoció que los organizadores pretenden ser rigurosos con los cuidados no sólo de los aficionados sino también de los jugadores. Según un informe de The Athletic Qatar está presionando para que los futbolistas sean obligados a vacunarse para participar del certamen.
La nación asiática que albergará el Mundial ya ha inoculado a más del 80% de su población con más de 4,6 millones de dosis aplicadas y espera seguir aumentando ese número en los próximos meses. Pero las autoridades temen que el torneo más importante del fútbol cause un problema sanitario en su territorio. Por eso, en junio de este año el primer ministro, el jeque Khaled ben Khalifa al-Thani, que los fanáticos deberán vacunarse para entrar a los estadios.
“Qatar no autorizará a los aficionados que no estén completamente vacunados a entrar en sus estadios”, declaró, según QNA, precisando que el objetivo de las autoridades es “proteger a ciudadanos y residente”. Además, anunció que habían iniciado las negociaciones con una compañía para adquirir un millón de dosis que serían suministradas a aquellos fans que, por el motivo que fuere, aterrizasen en Qatar sin estar inmunizados.
Ahora, el debate se ha extendido a los futbolistas y es allí donde la tensión parece crecer. En el tenis, por ejemplo, varios profesionales se habían manifestado en contra de la obligatoriedad de ser vacunados para poder competir de algún certamen, por lo que finalmente esa iniciativa fue descartada. En el caso del fútbol, podría ocurrir algo similar y la FIFA se vería obligada a interceder/Infobae.
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