«Podría estar en cualquier parte»: FBI continúa la búsqueda del hombre de Texas que mató a cinco hondureños

«Podría estar en cualquier parte»: FBI continúa la búsqueda del hombre de Texas que mató a cinco hondureños

TEXAS, ESTADOS UNIDOS

El FBI de Houston ha tomado control de la investigación por la muerte el viernes de cinco hondureños en un tiroteo en el condado de San Jacinto, Texas, Estados Unidos, informan medios de aquel país.

Las autoridades identificaron al autor del crimen como Francisco Oropeza de 38 años y de nacionalidad mexicana, quien era vecino de las víctimas.

“No dejaremos de buscar a Francisco Oropeza hasta que sea capturado”, indicó en sus redes sociales la agencia federal de investigación e inteligencia respecto al autor del múltiple crimen.

“Francisco Oropeza, 38 años. Si lo ves, por favor NO te acerques a él. Se le considera armado y peligroso. Si tiene una pista relacionada con el tiroteo o el paradero de Oropeza, llame a la Oficina del Sheriff del Condado de San Jacinto al 936-653-4367”, reza un texto de las autoridades.

El alguacil del condado de San Jacinto, Greg Capers, dijo a Fox26 de Houston que, aunque todavía no han localizado a Oropeza, encontraron un teléfono celular que estaban buscando junto con prendas de vestir.

Las autoridades locales en ese sentido han ofrecido una recompensa de hasta 5 millones de dólares a quien tenga cualquier tipo de información que conduzca a su arresto.

¿Cómo ocurrieron los hechos?

El crimen ocurrió en una vivienda ubicada en la cuadra 100 de Walters Road en el área de Trails End de Cleveland, donde una familia hondureña departía con amigos de la misma nacionalidad.

Oropeza, quien era vecino de la zona, se encontraba en el patio haciendo disparos al aire, por lo que uno de los hondureños se acercó y le pidió que dejara de hacerlo, ya que en el lugar se encontraban varios niños.

Molesto por el reclamo, el criminal cargó un fusil de asalto AR-15 y se dirigió a la casa de la familia hondureña disparando a toda persona que encontraba a su paso. Tras cometer la masacre, huyó a las montañas.

El mexicano mató a Daniel Enrique Lazo (8 años) y su madre Sonia Argentina Guzmán (25), a Diana Velásquez Alvarado (21), a Obdulia Molina Rivera (31) y José Jonathan Cáceres (18), quienes eran pareja.

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