El estudio de diseño space available y la DJ Peggy Gou se juntaron para crear esta silla hecha de residuos plásticos recolectada de las calles y canales de agua de Indonesia.
Cada silla está fabricada a partir de 20 kg de envases de polietileno de alta densidad reciclado (HDPE). Este es un tipo de plástico disponible muy común, que se puede encontrar con bastante facilidad, muchos contenedores como botes de champús y detergentes están hechos de este material. Para asegurarse de estar usando el tipo de plástico correcto sólo se debe de buscar por el símbolo de reciclaje con el número 2.
La razón por la que se plástico es perfecto para este tipo de proyectos es porque se derrite a bajas temperaturas lo que significa que no emite humos tóxicos y es muy fácil de trabajar.
Daniel Mitchell, fundador del estudio de diseño Space available, menciona que la cantidad de basura en las calles y ríos es abrumadora y le parte el corazón «no es culpa de las personas sólo existe muy poco soporte estructural recolección de desechos y educación».
El proyecto nació de crear un objeto cotidiano que pudiera empezar conversaciones e instigar en la conciencia y el cambio. Indonesia es el segundo contribuidor más grande del plástico en los océanos, después de China. Solamente el 10% de 6.8 millones de toneladas de desechos plásticos es reciclado. Una realidad que no está tan lejos de Honduras.
El diseño de la silla se trabajo junto a la DJ Peggy Gou que le agregó una espacio de almacenamiento debajo del asiento y la encargada del patrón en espiral hipnótico; diseño que se logra revolviendo el plástico derretido a mano antes de que tenga tiempo de endurecerse.
El producto final de la silla puede ser armados y sin el uso de clavos, grapas o pegamentos, simplemente usando recortes de plásticos como varillas de soldadura creadas en el proceso de recortar las láminas. Además la silla está hecha de un solo material, lo cual es clave para la reciclabilidad, también produce 0 desperdicios ya que permite que se reciclan nuevamente al final de su vida útil.
Este proyecto es perfecto para generar un impacto y esparcir conciencia. Sin embargo, que simplemente un parche momentáneo para una crisis. Es necesaria la prohibición de muchos plásticos y tanto las empresas como los gobiernos son los que deberían «tomar cartas en el asunto» y hacerse responsables.
Imágenes cortesía: Dezeen
COMENTARIOS