Fabio Mendoza es admirado por muchos, y dice que Dios lo puso allí para cumplir su misión. Aunque existen muchas personas cegadas por el propio interés, este humilde pastor marca la diferencia y en lugar de hacer la vista a un lado siempre está buscando una oportunidad para ayudar al prójimo.
Aunque muchas religiones han perdido fieles al ver como sus pastores o padres visten mejor o utilizan el diezmo de los fieles para bienes comunes, aún existen personas que prefieren quitarse el pan de la boca para dárselo a los más necesitados.
Fabio se ha ganado el respeto de sus seguidores y su admiración a base de buenas acciones y ejemplos. Sus fieles han visto en él una persona verdadera, con un propósito sincero.
La gran razón es que él utiliza el diezmo que recibe De la Iglesia para construir viviendas a los más necesitados. Dios lo puso allí para cumplir esta misión, dice Fabio.
El pastor Mendoza junto con otros 4 miembros De la Iglesia, ya han construido 4 hogares para personas de bajos recursos.
La comunidad de fieles, ubicada en Río de Janeiro, Brasil, pertenece a la Iglesia Ministerio Laghonina de la asociación Asambleas de Dios y han fortalecido su fe mediante acciones lindas y muchos actos de amor al prójimo.
El pasto también se desempeña como policía militar en la ciudad de Cabo Frío, complementando ambos trabajos y ganándose la admiración del resto. Un radio de su ciudad decidió entrevistarlo y dar a conocer su testimonio.
A pesar de sus buenas acciones, el hombre no ha quedado exento de la critica, pues muchos fieles creen que el diezmo no es una ofrenda que se deba usar para ese tipo de caridades.
Sin embargo, su defensa es única y convincente: Dice que el trabajo De Dios le encomendó velar por las necesidades espirituales y económicas de sus hijos y que él es una herramienta que Dios puso para cumplir su misión.
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