Mascarillas falsas llenan tiendas y farmacias: cómo saber si la tuya lo es y qué riesgo tienen

Mascarillas falsas llenan tiendas y farmacias: cómo saber si la tuya lo es y qué riesgo tienen

Higiénicas, quirúrgicas, FFP… Estos términos hace dos meses no nos sonaban de casi nada a la mayor parte de los ciudadanos, y menos si nos decían que esto tenía algo que ver con mascarillas. Con la crisis del coronavirus, todos hemos tenido que hacer un curso a marchas forzadas sobre características y uso de mascarillas y respiradores, pero incluso con este curso y la atención puesta, no todo está tan claro como parece. Con la demanda disparada y los vendedores buscando suministros por todas partes, cada vez más clientes y expertos denuncian la venta de mascarillas falsas o al menos que no cuentan con las certificaciones y características que marca la normativa. Pero ¿cómo sabemos si las nuestras cumplen?

Desde el principio de la crisis, hemos visto cómo todo tipo de entidades públicas, desde el Gobierno central a los autonómicos, se han visto salpicadas por polémicas al dar al personal sanitario equipos de protección que no cumplían con las características necesarias y han tenido que retirar dichas partidas, pero el problema no se queda en la Administración Pública. Como explican fuentes conocedoras del sector y asociaciones como la Asociación de Empresas de Equipos de Protección Individual (Asepal) a Teknautas, son muchísimos los casos denunciados por usuarios que aseguran haber comprado mascarillas falsas en tiendas y farmacias y que, tras ser consultados los detalles, se confirma este hecho. Ya sea por falta de certificación, de información o mal etiquetaje, los casos se multiplican sin parar.

Esto también se puede ver en redes como Twitter, donde perfiles como el de la farmacéutica Gemma del Caño o el de Desenmascarador Enmascarado reciben a diario decenas de consultas al respecto. Gente que adquiere en tiendas y farmacias productos que no cumplen con la normativa. Desde Cofares, una de las principales distribuidoras de material farmacéutico del país, explican a El Confidencial que no han dado todavía con casos que falsifiquen documentación, pero sí añaden que con el Real Decreto del 23 de abril que flexibiliza algo la importación de este material y es más sencillo encontrar errores puntuales aunque siempre se garantiza la funcionalidad del producto. Ante esta situación, aquí damos más detalles para entender el problema y evitar comprar mascarillas falsas o saber a lo que te arriesgas de hacerlo.

Antes de nada, eso sí, como explicábamos en este artículo sobre las mascarillas repartidas por la Comunidad de Madrid y que son un ejemplo perfecto de este problema, debemos saber que encontrarse con productos de este tipo que no cumplan la normativa no significa necesariamente que la mascarilla que compramos no proteja, pero sí que debemos estar muy atentos. Y, como apuntan los expertos, hacer especial hincapié en el resto de medidas de prevención para evitar contagiar o ser contagiados.

Líos entre mascarillas y un mercado loco

En este punto, lo primero es tener claro el tipo de mascarillas que existen. Desde el comienzo de la crisis, el lío de las mascarillas ha sido algo de lo más recurrente. Las propias instituciones han ido dando tumbos y pasando de decir que no son necesarias a obligarlas en determinadas situaciones y a recomendar su uso. Eso ha hecho que muchos tuviesen que hacer un curso demasiado acelerado sobre estos productos y es muy posible que hasta tú te hayas quedado con una idea no demasiado clara de qué son y para qué sirve cada una de las mascarillas. Sanidad lanzó hasta una guía muy visual para intentar explicarlo mejor, pero entidades como Asepal piden hacer hincapié en más detalles para desenmarañar el lío formado.

Este tipo de guías sirven para conocer los diferentes tipos de protecciones que existen pero, como explica Luis Gil, secretario general de Asepal, también pueden simplificar demasiado el caso. «Uno de los problemas mayores es que al llamar a todo mascarillas, las hemos clasificado todas como iguales y hemos pensado simplemente que unas son mejores que otras, por lo que como yo quiero lo mejor voy a por las FFP2 o FFP3, pero no es así», apunta Gil. Este experto incide en las diferencias sustanciales entre las mascarillas higiénicas, las quirúrgicas y las FFP, que aunque parezcan similares no lo son y tienen diferencias clave para entender su venta, su producción y su uso.

«Debemos tener claro que las quirúrgicas son producto sanitario y como tal se venden en farmacias y tienen una normativa específica y muy restrictiva, las higiénicas son las artesanales y tienen otra normativa distinta, y las FFP se consideran EPI, no productos sanitarios sino productos relacionados con los riesgos laborales. ¿Qué quiere decir eso? Primero, que tienen una normativa y homologación propia, y segundo, que están destinadas a un público diferente. No es que sean o no mejores, es que cumplen con otros cometidos y por eso se destinan a otro tipo de usuarios», detalla Gil.

Guía de Sanidad.

 

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