La pandemia pinta un panorama oscuro para los jóvenes

La pandemia pinta un panorama oscuro para los jóvenes

Pérdida de empleo, de poder adquisitivo, de confianza en el futuro. Los jóvenes están pagando muy cara la pandemia de coronavirus, que podría dar lugar a una nueva generación sacrificada, como ocurrió tras la crisis financiera de 2008.

La mitad de los milénials (de 25 a 34 años) y de la generación Z (de 18 a 24 años) ya han sufrido el impacto de la crisis sanitaria en sus bolsillos, indica un estudio de la consultora Kantar publicado en mayo.

Es el caso de Pierre, de 26 años de edad, despedido el 23 de marzo, día en que el Reino Unido impuso el confinamiento, por la empresa londinense especializada en reclutamiento para la que había trabajado casi un año.

En una llamada telefónica matinal, la dirección explicó la nueva organización bajo el confinamiento. «Dijo que no había que preocuparse por los despidos, que cualquier ‘elección’ vendría más adelante, tras un mes o mes y medio», relata a la AFP.

Pero esa misma tarde, el presidente de la compañía le escribió diciendo que tenían que hablar. «Lo entendí enseguida, fue bastante brutal», agrega. 15% del personal fue despedido ese día.

El caso de Pierre, que no quiere dar su apellido, está lejos de ser único en el Reino Unido: 640.000 jóvenes de 18 a 24 años de edad podrían engrosar las filas del desempleo este año debido a la pandemia, sumándose a los 408.000 que ya existen, de acuerdo con una evaluación del centro de reflexión Resolution Foundation.

Estas cifras son corroboradas por una investigación del Instituto de Empleadores de Estudiantes (ISE), la cual señala que más de un cuarto de las empresas están reduciendo el número de jóvenes graduados que reclutan este año. Las pasantías también se están reduciendo en casi un tercio, dice la encuesta realizada a 124 empresas.

«En todas partes, el confinamiento ha reforzado las desigualdades entre los trabajadores y los jóvenes y menos cualificados están a menudo en primera línea», señaló el miércoles la economista jefa de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Laurence Boone.

Unos días antes, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) había subrayado la precariedad de los jóvenes a causa de la pandemia.

Un estudio realizado entre los menores de 29 años afirma que uno de cada seis jóvenes ha dejado de trabajar desde la aparición del covid-19 y los que han conservado su empleo han visto reducidas sus horas de trabajo en 23%.

Un golpe a la moral

A esto se suma la pérdida de confianza en su futuro.

El estudio de Kantar muestra que tres de cada cuatro jóvenes esperan sufrir las consecuencias de la crisis en el futuro, más que cualquier otra generación.

Las mujeres jóvenes son particularmente vulnerables. De acuerdo con un estudio de la asociación británica Young Women’s Trust, 36% de las mujeres jóvenes trabajan en sectores muy afectados por las medidas de confinamiento, como la restauración, el comercio minorista o las industrias del ocio y el turismo, frente a 25% de los hombres jóvenes.

Estos sectores son también los principales proveedores de empleos a tiempo parcial, los preferidos por los estudiantes.

«Te quedas sin ahorros, te quedas sin dinero, así que es bastante angustioso», dice a la AFP David Hernández, de 35 años de edad, socorrista de un club de natación de Madrid que fue despedido el 13 de marzo.

«Tenía un pequeño colchón (de ahorros) pero el colchón ya se está acabando y mis padres son los que me van a dejar dinero hasta que me pague el servicio público de empleo, porque si no, no puedo pagar facturas de luz, agua, ese alquiler de la plaza de garaje, comida. Es que no me da ni para comer», agrega.

En España, el desempleo juvenil llegó a 50% tras la crisis financiera de 2008, acuñando el concepto de generación sacrificada en referencia a unos trabajadores mayoritariamente con formación universitaria.

«Ahora, «rácticamente 50% de la destrucción del empleo que se ha producido desde el inicio de la crisis está concentrada en personas que tienen menos de 35 años», reconoció recientemente el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá.

La tasa de desempleo de los menores de 25 años en España alcanzó 33% en el primer trimestre de 2020.

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