REINO UNIDO.
La periodista británica Cristina Criddle, especializada en temas de tecnología en el diario Financial Times (FT) del Reino Unido, contó que recibió una llamda telefónica de un director de relaciones públicas en TikTok, quien le confesó que estaba siendo espiada por la red social, debido a sus publicaciones de prensa.
La reportera contó que una noche a fines del mes de diciembre de 2022, recibió una llamada telefónica encriptada en la que le decían que “por cortesía”, debía leer un artículo que acababa de publicar The New York Times y que después de hacerlo, les devolviera la llamada.
Como Criddle se encarga de escribir temas relaconados a la tecnología, ya había tenido contacto en otras oportunidades con directivos de la empresa china para hacer sus reportes. Sin embargo, la llamada que recibió en esa oportunidad, la desconcertó por completo.
“Confundida por esta inusual alerta de noticias personalizada, pregunté por qué. Pero todo lo que dijo fue que se trataba de una consulta en ByteDance, la empresa matriz china de TikTok, y que debería devolverle la llamada una vez que lo leyera”, escribió Criddle en el medio británico.
El artículo que le sugirieron leer trataba sobre empleados de ByteDance que accedieron a los datos de dos reporteros a través de sus cuentas de TikTok. Tanto la información personal, como sus ubicaciones físicas, se utilizó como parte de un intento de encontrar las fuentes de los escritores, después de una serie de notas que criticaban la forma en la que opera ByteDance.
“Según el informe, dos empleados en China y dos en Estados Unidos abandonaron la empresa tras una investigación interna. En un memorando del personal, el director ejecutivo de ByteDance lamentó el incidente por la ´mala conducta de algunas personas´”, dice la nota del FT.
“Cuando volví a llamar a la director de relaciones públicas, me confirmó que yo era uno de los periodistas que habían sido vigilados. Dejé mi teléfono y me pregunté qué significaba que una empresa sobre la que informaba hubiera llegado a tales extremos para restringir mi capacidad para hacerlo. Durante los meses siguientes, el episodio se convirtió en solo uno de una larga serie de escándalos y crisis que cuestionan qué es realmente TikTok y si la empresa tiene el futuro de dominación mundial que alguna vez pareció inevitable”, ecribió la periodista.
Criddle no entedía muy bien lo que pasaba, ya que para el momento de la llamada no se encontraba trabajando en un ninún artículo referente a TikTok, es más, estaba a punto de iniciar sus vacaciones.
Tiempo después, Criddle escribió un artículo sobre el conflicto entre el personal de TikTok en Londres y los directores de la empresa, que se generó a raiz de un comentario que no se informó anteriormente realizado por Joshua Ma, un ejecutivo de ByteDance que dirigía el equipo de comercio electrónico europeo.
“En una cena en Londres, les dijo a los empleados que, como ´capitalista´, ´no creía´ en la licencia de maternidad”, reportó la periodista.
Después de que la nota se publicó, un miembro del personal compartió un documento interno que sugería censurar términos como “Financial Times” y “maternidad” de las transmisiones en vivo de TikTok, algo que la compañía dijo que nunca puso en práctica.
“Como era de esperar, mi relación con la oficina de prensa de TikTok fue tensa. Aunque no lo sabía, al mismo tiempo que TikTok estaba rechazando los informes de un lugar de trabajo tóxico, varios empleados habían decidido vigilar mi teléfono, rastreando mi ubicación con la esperanza de encontrar mis fuentes”, explicó Criddle.
“Después de las revelaciones, envié a ByteDance una lista de 15 preguntas, buscando saber más sobre qué había sucedido exactamente. Pregunté por las fechas y horas específicas en que se había producido el seguimiento; precisamente qué datos se obtuvieron y qué se hizo con ellos; qué consultas de ubicación se realizaron; y cómo esto había sido posible cuando TikTok siempre ha mantenido que el acceso a los datos de los usuarios del personal en China estaba muy restringido. También quería saber más sobre la investigación interna y por qué se había demorado en revelar la irregularidad. La compañía nunca ha respondido completamente”, agregó.
Cuando Criddle regresó a Londres de sus vacaciones de Navidad, comenzó a sentir la paranoia de la persecucion. Un día tras salir de una pizzería concurrida, les confesó a algunos amigos que se volvió cada vez más consciente de que estaba en un lugar público.
“Mis oídos parecían llenarse con la conversación de otras mesas, y me encontré convencido de que cualquiera podría estar escuchando. A veces me ha costado dormir, pensando en lo que los empleados de ByteDance podrían haber descubierto sobre mí. Durante un tiempo, a menudo cancelaba los planes y, cada vez que hablaba o conocía nuevas fuentes, me sentía nerviosa”, confesó.
“El equipo de seguridad cibernética de FT me ha ayudado a tomar precauciones adicionales. En un nivel práctico, mi antiguo dispositivo quedó relegado a ser un teléfono ficticio solo para usar para acceder a TikTok para el trabajo. Al encenderlo un día de febrero, recibí un código de verificación, que no había solicitado. A menudo, esto se envía cuando inicia sesión en un nuevo dispositivo”, contó la periodista.
“Miré los dispositivos registrados en mi cuenta y, curiosamente, vi un iPhone que no me pertenece. Esto sugirió que un dispositivo que no era mío estaba en ese momento conectado a mi cuenta de TikTok sin mi conocimiento, posiblemente monitoreando la actividad. TikTok no pudo explicar por qué otro dispositivo inició sesión en mi cuenta en ese momento, pero dijo que ´no identificó acceso inapropiado o actividad de cuenta no auténtica en enero y febrero´”, agregó.
Esta persecución de la que la periodista ha sido víctima la ha llevado a replantearse un montón cosas y actividades que resguarden su seguridad, pero contó que recurrementemente se hace una pregunta, ¿qué es en realidad TikTok?, a que lo que confiesa que se responde: “TikTok fue el primero y el último de su tipo, nacido antes del giro autoritario de Xi Jinping y el impulso de EEUU para desvincularse de China”, por lo que no le sorprende la instigación que ejerce el régimen a través de la plataforma, que para algunos es considerado como el futuro de las redes sociales.
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