BRASIL
El juez Alexandre de Moraes, del Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil, ordenó este lunes libertad provisional para 130 personas detenidas por su vinculación con los ataques contra las sedes de los tres poderes en Brasil el 8 de enero.
En un comunicado, el STF indicó que se aplicaron medidas cautelares para este grupo, como la prohibición de salir de sus ciudades, confinamiento domiciliario por las noches y los fines de semana, y el uso de tobilleras electrónicas.
Además, se les prohíbe salir del país, sus pasaportes serán cancelados, no tendrán licencia para el porte de armas de fuego, no podrán hacer uso de las redes sociales y tampoco comunicarse con otros implicados.
Una semana después de la llegada al poder de Lula, miles de partidarios de Bolsonaro destrozaron las icónicas sedes de los tres poderes -el Palacio de Planalto, el Congreso Nacional y el Supremo Tribunal Federal (STF)-, en el mayor ataque contra la democracia desde el fin de la dictadura en Brasil.
El 9 de enero, un día después del asalto, la Policía Federal detuvo a 2.151 personas que participaron en los hechos y que integraron el campamento organizado en protesta por la victoria del izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva.
De entre los detenidos, 745 fueron puestos en libertad inmediatamente y el magistrado ha ido liberando paulatinamente a más de 1.000. Actualmente, se encuentran en prisión 392 personas, 310 hombres y 82 mujeres.
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