José Vicente Nácher: “Empleados no son un simple medio de enriquecimiento ajeno“

José Vicente Nácher: “Empleados no son un simple medio de enriquecimiento ajeno“

TEGUCIGALPA, HONDURAS

El arzobispo de Tegucigalpa, José Vicente Nácher, aplicó el mensaje bíblico a la relación entre empleadores y trabajadores  basado en la parábola de Jesús sobre “Los obreros de la viña” y recordó que el buen trato al recurso humano mejora los resultados de la empresa.

“La economía moderna está retomando en su análisis científico: el buen trato al recurso humano mejora los resultados de la empresa o entidad”, dijo el líder espiritual.

Añadió que la “Iglesia no se cansa de recordar la irrenunciable dignidad del trabajo humano y que cada trabajador es un fin en sí mismo y no un simple medio de enriquecimiento ajeno”.

Parte del texto bíblico narró que “el Reino de los Cielos se parece a un propietario que al amanecer salió a contratar jornaleros para su viña. Después de ajustarse con ellos en un denario por jornada, los mandó a la viña”.

La lectura continúa explicando que los trabajadores entraron a labores en diferentes horas, pero todos recibieron igual salario.

“Entonces se pusieron a protestar contra el amo: Estos últimos han trabajado sólo una hora, y los has tratado igual que a nosotros que hemos aguantado el peso del día y el bochorno. Él (amo) replicó a uno de ellos: Amigo, no te hago ninguna injusticia. ¿No nos ajustamos en un denario? Toma lo tuyo y vete. Quiero darle a este último igual que a ti. ¿Es que no tengo libertad para hacer lo que quiera en mis asuntos?, finalizó la parábola.

Bajo esa premisa, señaló que todos los seres humanos tienen derecho a un trabajo digno y lamentó que los ambientes de trabajo no están exentos de “abusos y envidia”.

“Para los cristianos las personas no son solo valoradas por sus fuerza de trabajo o por su capacidad de influencia política, sino por su dignidad misma de hijos e hijas de Dios”, reflexionó.

La enseñanza terminó con un mensaje de esperanza y promoviendo “el gozo auténtico, como el de la Virgen María, es hacer la voluntad de Dios, no quedar desesperados y si fe en la plaza del olvido”.

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