Inicia temporada ciclónica en el Pacífico

Inicia temporada ciclónica en el Pacífico

TEGUCIGALPA, HONDURAS
Este jueves marca el inicio oficial de la temporada ciclónica en la cuenca del océano Pacífico, un periodo que se extenderá hasta el 30 de noviembre y para el cual se anticipa una actividad superior a la habitual, según los pronósticos del Centro de Estudios Atmosféricos, Oceanográficos y Sísmicos (Cenaos) de Copeco.

Se prevé la formación de entre 14 y 16 tormentas tropicales, de las cuales al menos nueve podrían convertirse en huracanes. De estos, cuatro alcanzarían una categoría intensa, con el potencial de generar impactos indirectos en Honduras, lo que obliga a las autoridades a un estado de alerta.

Calma inicial, pero con llamado a la prevención

Afortunadamente, el Centro Nacional de Estudios Atmosféricos detalló que, por ahora, no se espera la formación de ciclones en los próximos siete días, lo que ofrece un breve respiro para las zonas más vulnerables del país. No obstante, las autoridades han sido enfáticas en la necesidad de que la población se mantenga informada y preparada ante cualquier cambio en los sistemas meteorológicos que puedan surgir.

Atlántico también con pronóstico activo

La temporada ciclónica en el Atlántico, que comenzará el 1 de junio, también se perfila con un comportamiento por encima del promedio. Factores como el aumento de la temperatura del mar y la transición del fenómeno de El Niño a condiciones neutrales o incluso a La Niña, contribuirán a esta mayor actividad en ambas cuencas.

Cenaos ha subrayado que la cuenca del Pacífico Oriental, que abarca las costas de Centroamérica y México, será una de las zonas con mayor actividad ciclónica este año, con la posible formación de entre 16 y 20 sistemas en total, incluyendo tormentas y huracanes.

Ante este panorama, Copeco ha reiterado su llamado a los gobiernos locales, comités de emergencia y a la población en general para que revisen y actualicen sus planes de contingencia, especialmente en regiones históricamente vulnerables a inundaciones y deslizamientos. El objetivo es claro: reducir riesgos y proteger vidas humanas frente a una eventual amenaza ciclónica.

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