Tegucigalpa – Honduras es un país «expulsor de personas», afirmó este sábado Nyzelle Dondé miembro de la Pastoral de Movilidad Humana de la Iglesia católica hondureña, en un foro virtual auspiciado por el Foro Social de la Deuda Externa de Honduras Fosdeh, donde se analizo las causas y consecuencias de la migración
Según Dondé «Honduras es un país expulsor de personas», y lamentó que en los últimos años muchos hondureños hayan emigrado de manera irregular exponiendo sus vidas y la de sus familiares para encontrar un futuro mejor en otro país
«La realidad de las caravanas migratorias representa un reto especial para la asistencia humanitaria que se ha agravado con la desinformación, y las falsas expectativas que aprovechan las redes de tráfico ilícito de personas, y los grupos criminales que se encuentran el camino hacia el sueño americano», explicó.
De nuestra región desde octubre del 2018 salen caravanas con miles de centroamericanos, la mayoría hondureños, con el propósito de llegar a Estados Unidos y ofrecerles a sus seres queridos mejores condiciones de vida y la seguridad que en el país no encuentran.
La representante de la organización de la Iglesia católica hondureña indicó que aumentar los servicios de protección a los migrantes es un reto cada vez más difícil en la ruta migratoria. ya que la militarización de las fronteras está impulsando cada vez más el uso de las rutas irregulares, por la que transitan entre cuatrocientas y quinientas personas a diario.
Nyzelle Lamentó que en los últimos años se incrementara la migración irregular de mujeres, algunas de ellas embarazadas, así como también niños y adolescentes no acompañados, quienes sufren violaciones y diferentes formas de maltrato en el difícil viaje.
«Mientras siga aumentando la violencia, la falta de oportunidades económicas y educativas en las comunidades y los países, muchas familias van a seguir abandonando sus hogares» concluyó Dondé.
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