Tegucigalpa. El Estado de Honduras garantiza la protección de al menos 29 personas, entre ellas nueve niños en situación de calle, que están siendo atendidas con alimentación, atención médica, vestuario y apoyo psicológico en el albergue habilitado temporalmente en la Escuela Estados Unidos, ubicada en el barrio Abajo, en el centro de la capital.
Estos hondureños, por su condición social y sus adicciones al alcohol y las drogas, son personas que se exponen constantemente a un alto riesgo de contagio del nuevo coronavirus durante el periodo de cuarentena decretada por el Gobierno a través de la Secretaría de Estado en el Despacho de Salud y el Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager).
“La articulación de esfuerzos por las diferentes instituciones estatales que conforman el Comité de Apoyo para Personas en Situación de Calle en Tiempos de Covid-19. Cumple con sus mandatos de dar respuesta humanitaria a cada una de las familias que están bajo la protección de una nueva modalidad altamente innovadora de albergue de protección temporal para personas con alto grado de vulnerabilidad”, donde el Gobierno tiene como principal fin proteger la vida de cada hondureño, expresó la titular de la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia (Dinaf), Lolis Salas.
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Es responsabilidad del gobierno salvar vidas
Agregó que “la responsabilidad del Gobierno es salvar vidas; por ello tenemos este plan temporal mientras pasa la emergencia por el covid-19; también, estamos trabajando en un plan integral de respuesta inmediata para estas familias. A las cuales se dará seguimiento por el Estado a través de programas sociales que impulsa el Gobierno hondureño”.
Para tales fines, la directora de la Dinaf indicó que se ha integrado la Dirección Nacional de Intervención Social (Dinis); compuesta por la Secretaría de Seguridad, Copeco, Educación, Salud y el Ihadfa; asimismo, la Alcaldía Municipal del Distrito Central (AMDC), que tiene a cargo la administración del centro temporal.
En conjunto se tiene programada una serie de capacitaciones, charlas espirituales, higiene y salud; también, la creación de salas lúdicas para los niños y las niñas.
“Queremos cambiar el panorama sombrío de vivir en condiciones vulnerables en las calles. Es nuestro deber como Gobierno ayudar a estos hondureños en condiciones difíciles; además, que estuvieron en riesgo sus vidas durante mucho tiempo”, puntualizó Salas.
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