Tegucigalpa, 25 de mayo. Representantes de todas las religiones se unieron hoy en la jornada de oración “Todos a Orar por Honduras”, en la que pidieron a Dios que el país salga adelante y supere la pandemia de covid-19, y elevaron plegarias por el bienestar del personal que está en la primera línea de combate frente a esa enfermedad.
La jornada, que se celebró en Casa Presidencial, fue una iniciativa del presidente de la República, Juan Orlando Hernández, y la primera dama, Ana García de Hernández.
En la jornada, además de líderes de todas las religiones, participaron integrantes del Gabinete de Gobierno, representantes del personal que atiende en primera fila, policías, militares y miembros de los cuerpos de socorro, entre otros.
La primera dama, que inició la jornada compartiendo varias lecturas bíblicas, dijo: “Dichosa Honduras, la nación cuyo Dios es el Señor, el pueblo que él escogió como su propiedad”, y añadió que “hoy le pedimos a Dios que nos escuche, que nos rescate, que nos libre de estas circunstancias y que nos salve”.
Líderes religiosos unidos
El representante de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, Elder Pablo Hernán Chávez, expresó que “le vamos a pedir que aumente nuestra sabiduría para tener fe y seguir adelante a los pies de nuestro señor Jesucristo”.
Agradeció por la vida y pidió: “Te suplico que pases por encima de la angustia y el temor de la epidemia del coronavirus, que está mermando nuestra salud y nuestra economía. Pasa tu mano poderosa y sanadora por todos los rincones del mundo y trae la curación total de los enfermos, contagiados con el covid-19”.
Además, Chávez pidió protección para todos los que están en primera fila frente a la pandemia y añadió: “Permite Señor que muy pronto la sociedad hondureña pueda reanudar las actividades cotidianas y económicas”.
Agradeció al presidente Hernández y a la primera dama por la iniciativa de celebrar este evento, pues “en momentos como este, de esta pandemia, se requiere mucho de la fe que nosotros podamos tener en Jesucristo; solamente por medio de él podemos ser sostenidos”, y dijo que el mejor ejemplo son las personas que están en primera fila y sabiendo que están en peligro ayudan al prójimo.
“Es importante seguir las indicaciones que nos dan los entes gubernamentales para salir de esto”, señaló, y pidió la bendición y protección para los que trabajan en primera fila para combatir la pandemia.
El apóstol Orlando Medina, de la Red Apostólica, dijo que “la fe está siendo probada no solo por Honduras, sino por el mundo; es más preciada que el oro y quiero orar para que la fe del hondureño se incremente y no desmaye”.
Avizoró que “vienen más dificultades”, por lo que es necesario tener fe, y pidió la curación total para el país, y la sanación de los contagiados en Honduras y el mundo.
“Decretamos que no habrá muertes masivas en Honduras, profetizamos salud en los cuatro puntos cardinales”, puntualizó el apóstol Medina.
El representante de la Iglesia Católica, el padre Rodolfo Varela, también oró por Honduras y aseguró que “el espíritu de Dios nos invita a la unidad en medio de la adversidad”, y pidió al “espíritu santo que llene a los hondureños de los siete dones y la virtud de la obediencia y la responsabilidad”.
Varela dijo que “cada iglesia y cada movimiento representados hoy aquí están llamados a trabajar por una misma nación”.
Pidió al espíritu santo “el acompañamiento en el proyecto del Gobierno para que sea fecundo”, y además que dote a los hondureños de “entendimiento y comprensión en cada ciudadano”.
El pastor Miguel Muñoz, encargado de Negocios de Honduras en Israel, quien participó por videoconferencia, citó el pasaje bíblico de Éxodo 23:25, y expresó: “Señor nuestro, permite que cada hogar hondureño tenga el sustento diario, permite en tu soberanía y poder que a ningún pueblo le falte el agua, libra a Honduras del covid-19, del dengue y de toda enfermedad”.
La Comunidad Judía estuvo representada por el señor Bernardo Gorgun, quien mediante un enlace por videoconferencia, invitó a aislarse “para proteger a sí mismo, a su familia, a sus vecinos y a todos los hondureños”.
Añadió que el mismo que bendijo a Abraham, Isaac y Jacob “él nos bendecirá y sanará y hará que regresen pronto a sus hogares para restablecer sus vidas normales”, y finalmente pidió la protección para todos los enfermos de la pandemia.
La Confraternidad Evangélica estuvo representada por los pastores Roger Rivera y José Ernesto López, quienes oraron por Honduras y por los que están en primera fila ante la pandemia y en especial por la pareja presidencial.
Rivera, después de referirse a la parábola de los cuatro amigos que son cuatro columnas, dijo que “Honduras está enferma, está paralitica y necesita que juntos la carguemos y la llevemos a los pies del único Dios y salvador, Jesucristo”.
Destacó “el amor que él nos da para amar al prójimo y renunciar a toda avaricia, corrupción y obras de maldad, y reconocer a los demás y respetar la honorabilidad de las personas con humildad, y reconocer a los demás como superiores a sí mismos y la comunicación para sacar adelante este país”.
Reconoció el trabajo de todos los que hoy están en primera línea exponiéndose al coronavirus, del campesino que cultiva la tierra para que no falte nada y del empresario que invierte.
Por su parte, López dijo que se congregaron en la jornada por dos convicciones: “La primera es que creemos en Dios y en segundo lugar es que por lo que está pasando en el mundo lo único que puede salvarnos de esta pandemia es un milagro de Dios”.
López aseguró que “Dios nos dará una Honduras nueva al pasar esta pandemia” y reconoció los esfuerzos del Gobierno, pero señaló que estos deben estar de la mano de Dios, tal como se hizo este lunes con la celebración de la jornada de oración.
El pastor López dijo que conoce al presidente Hernández desde que estaba en el Congreso Nacional y que ya le había visto algunas canas, “pero estas últimas que le veo, presidente, son de estos últimos meses, producto de la pandemia”.
“Mi admiración y respeto por el trabajo que están haciendo. La carga que tienen es fuerte, pero más grande es Dios para fortalecerlos a cada uno de ustedes”, finalizó el líder religioso.
Jornada que fortalece
El presidente Hernández agradeció a los líderes religiosos y dijo que “escuchar estas oraciones y palabras de todos los que hoy nos acompañan en esta jornada de oración por Honduras, en medio de esta tremenda dificultad traída por el covid -19, no sólo a Honduras, sino al mundo, realmente nos fortalece y nos anima”.
También, agregó, “hace sentir en cada uno nosotros esa fuerza que da la fe, que da el acompañamiento, esa certidumbre de que saldremos adelante, apoyándonos los unos a los otros y, desde luego, con la participación de Dios porque sin él no es posible”.
“Tengo esa fe que vamos a salir adelante”, afirmó el mandatario.
Hernández manifestó que “hoy tengo el honor de verles el rostro a cada uno de ustedes, de los que están presentes aquí, hombres y mujeres que participan tal vez no tan visiblemente como alguno de nosotros, pero que su aporte es igual o más importante en algunas circunstancias”.
Reconoció que para cientos de hondureños, y en “la suma de sus aportes, de gente humilde, de gente luchadora, de servidores públicos, de servidores de Dios, está una tremenda fuerza que nos permite enfrentar esta pandemia; así es que quiero agradecerles y a través de cada uno de ustedes decirle a sus compañeros que son héroes, heroínas que están en primera fila”.
Honduras saldrá adelante
El gobernante dijo que “enfrentaremos la situación de la hambruna de mejor forma que muchos países del continente que han pronosticado los miembros de la FAO a nivel mundial”.
Hernández les dijo a los productores: “Sigamos adelante, no abandonemos el campo, no dejemos las fincas. Hoy más que nunca estoy convencido de que después de cuatro, cinco años de venir estudiando cómo vamos a repotenciar el agro, hoy como lo he escuchado esta pandemia más bien servirá para potenciar aún más esfuerzos de planificación y ejecución”.
Aseguró que “Dios le va a traer multiplicadas bendiciones” a los que están arriesgando sus vidas por atender a los demás.
Además, se mostró muy complacido por la actitud que se muestra cuando un paciente infectado con covid-19 es dado de alta, “la celebración de cuando alguien se recupera y cómo lo sacan, acompañado de alegría y aplausos de los hospitales”, y lo calificó como “un acto hermoso”, porque es “un reconocimiento a Dios y también es un reconocimiento de la felicidad porque al otro le va bien, es un gran mensaje de solidaridad”.
El mandatario avizoró que “tendremos más éxito en enfrentar de manera inteligente esta pandemia y también la apertura a nuestras actividades productivas, porque una cosa tiene que ir de la mano con la otra, si no, no hay manera que sostengamos” la situación.
Aseguró que lo que vivimos hoy “va a ser un antes y un después, un parteaguas; a ninguna generación en las últimas décadas le ha tocado enfrentar como a nosotros nos ha tocado”.
Enfatizó que “no lo digo como Gobierno únicamente, sino que lo digo como familia, como nación, como individuos”.
“Yo sueño con que esta sacudida que Dios le ha dado al mundo, nos ha dado a la humanidad, sirva como un golpe en la mesa para que se
ordenen las cosas y que nosotros los seres humanos entendamos el mensaje: tenemos que cambiar”, manifestó
“Que salgamos de esta situación tan difícil como nuevo país, que la humanidad se acerque más a Dios, que nos volvamos un pueblo más disciplinado, más solidario”, señaló el jefe de Estado.
“Creo que Honduras tiene una enorme oportunidad”, aseveró Hernández, y recordó la conversación con el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, en la que le pidió apoyo para Honduras pero le ofreció también la confección de mascarillas, ya que en el país se elaboran nueve millones para uso de los hondureños y hay capacidad para hacer más.
COMENTARIOS