Estados Unidos alcanzó la cifra récord de 100 millones de casos de coronavirus, según los datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) actualizados esta semana.
De esta manera, EE.UU se transformó en la primera nación en informar el total de casos en el rango de nueve cifras, según muestran los datos del Centro de Recursos para el Coronavirus de Johns Hopkins.
El doctor John Brownstein, epidemiólogo y director de innovación del Boston Children’s Hospital y colaborador de ABC News dijo que «obviamente es un hito que significa la gran cantidad de transmisión que se ha producido en torno a este virus y la carga demográfica a la que nos hemos enfrentado».
«Al mismo tiempo, reconocemos que los casos reportados son absolutamente un recuento insuficiente masivo, al comienzo de la pandemia las pruebas no existían», agregó.
Los Institutos Nacionales de Salud lanzaron un sitio web a finales de noviembre en el que las personas pueden informar de forma anónima los resultados de sus pruebas de covid-19 en el hogar, independientemente de la marca que utilicen.
Días atrás, científicos estadounidenses descubrieron por qué algunas personas no recuperan el sentido del olfato después de infectarse con el SARS-CoV-2. La razón está dentro de la nariz y lo que el virus provoca dentro de ella.
El hallazgo, publicado este miércoles en la revista Science Translational Medicine, explica por fin cómo tiene lugar un problema que afecta a millones de personas en todo el mundo. Según los investigadores, el virus provoca una agresión inmunitaria continuada que merma la cantidad de células nerviosas olfativas.
La investigación también arroja luz sobre las posibles causas subyacentes de otros síntomas prolongados de covid-19, como la fatiga generalizada, la dificultad para respirar o la falta de concentración, que podrían estar desencadenados por mecanismos biológicos similares, según los investigadores.
«Uno de los primeros síntomas que suelen asociarse a la infección por Covid 19 es la pérdida del olfato. Afortunadamente, muchas personas recuperan el sentido del olfato en una o dos semanas, pero otras no», apunta Bradley Goldstein, autor principal del estudio e investigador de Neurobiología en la Universidad de Duke de Carolina del Norte, Estados Unidos.
«Queríamos entender mejor por qué algunas personas sufren la pérdida persistente del olfato durante meses o años después de infectarse», explica.
Junto a científicos de Harvard y de la Universidad de California-San Diego, el equipo de Duke analizó muestras epiteliales olfatorias recogidas de 24 biopsias, entre ellas las de nueve pacientes con pérdida persistente de olfato.
El análisis mostró una infiltración generalizada de células T que participaban en una respuesta inflamatoria en el epitelio olfativo, el tejido de la nariz en el que están las células nerviosas del olfato.
El proceso inflamatorio persistió después de la infección y el número de neuronas sensoriales olfativas se redujo, posiblemente debido al daño sufrido por el delicado tejido a causa de la inflamación persistente.
Para Goldstein, «los resultados son sorprendentes, casi parece una especie de proceso autoinmune en la nariz». Cree que saber qué zonas están dañadas y qué tipos de células están implicadas es clave para empezar a diseñar tratamientos.
Además, el equipo considera alentador que las neuronas parecen mantener cierta capacidad de reparación incluso después del ataque inmunitario.
«Tenemos la esperanza de que la modulación de la respuesta inmunitaria anormal o de los procesos de reparación en la nariz de estos pacientes pueda ayudar a restablecer, al menos en parte, el sentido del olfato», sostiene.
A su juicio, los resultados de este estudio también podrían ser de ayuda para investigaciones adicionales sobre otros síntomas de la Covid-19 de larga duración que podrían tener su origen en procesos inflamatorios similares.
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