«Es tiempo de darle oportunidad a un hombre de Dios para que dirija los destinos de la patria», señala pastor

«Es tiempo de darle oportunidad a un hombre de Dios para que dirija los destinos de la patria», señala pastor

Tegucigalpa, 4 de octubre. Mario Tomás Barahona, quien es el pastor de la iglesia Mi Viña, dijo que no se debe satanizar a religiosos que tienen aspiraciones políticas.

«Seria bueno que un hombre de Dios gobierne el país», comentó.

“No se le debe quitar la aspiración a un gremio que ha trabajado con nobleza por la nación, aunque hay mucha gente que los sataniza, puede lanzarse cualquiera y no dicen nada, ni lo critican ni lo difaman”, afirmó.

Seguidamente, detalló que “si es un pastor anuncia una aspiración política ya le vuelan la cabeza».

«Creo que como familia hondureña que somos debemos dar oportunidad a que nos gobiernen los honestos”, sugirió.

“El país ha probado abogados, licenciados, doctores y hasta militares y nada ha cambiado, ahora es el tiempo de darle oportunidad a un hombre o una mujer de Dios para que dirija los destinos de la patria, pues en otras naciones ya lo hicieron”, señaló.

“Es bíblico que los hijos de Dios gobiernen, la gente quiere que uno solo viva en la iglesia, pero hay pastores que tienen sus empresas y negocios, además muchos cafetaleros y empresarios son diputados y no pasa nada”, afirmó.

“Ha existido mucha gente cristiana que ha desempeñado cargos públicos y hasta ha habido pastores alcaldes, nada más que no lo dicen, incluso en las elecciones pasadas muchos pastores iban en las planillas de varios partidos políticos”, reveló.

“Pero uno no puede renunciar a lo que ha creído ni avergonzarse de Dios, pues tenemos la noble profesión de servir al ser humano, entonces somos servidores públicos también porque servimos a la sociedad”, señaló.

En ese orden, denunció que “todo obedece a una campaña de la izquierda, de gente atea que odia a Dios y odia a la iglesia, ellos tienen agenda lésbica y política pro abortista, además yo no puedo medir a la gente por lo que yo hago púes hasta los dedos de la mano no son iguales”.

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