TEGUCIGALPA, HONDURAS
Una preocupación comienza a instalarse en la economía hondureña en relación a la tenencia de reservas de divisas, tras comprobarse que solo en los tres primeros meses del año las mismas reportan una caída de casi 350 millones de dólares.
El Resumen ejecutivo Semanal de Indicadores del Sistema Financiero que emite el Banco Central de Honduras (BCH) destacó que hasta el 30 de marzo del presente año las Reservas Internacionales Netas (RIN) registraron una baja de 349.9 millones de dólares con relación al cierre del 2022.
Las RIN cerraron al 30 de diciembre del 2022 en 8,421.3 millones de dólares y para el 30 de marzo del 2023 las mismas se ubicaban en 8.071.4 millones de dólares, una baja de 349.9 millones de dólares.
El BCH explica que la caída de las reservas se debe mayormente a la venta de divisas para hacer frente a las importaciones de combustibles por 183.6 millones de dólares y al servicio de la deuda externa por 161.1 millones de dólares, lo que en conjunto representaban 344.7 millones de dólares.
De hecho el Programa Monetario del BCH para el presente año refleja la caída de las reservas internacionales, ya que las establece para un equivalente de 5 meses de importaciones, una baja en relación a los 6 meses de importaciones que se tuvo el 2022.
Los estándares internacionales establecen que las reservas internacionales netas deben cubrir al menos 3 meses de importaciones, aunque para los países pobres y endeudados deben ser mayores para asegurar las importaciones alimenticias y energéticas, así como el pago del servicio de la deuda externa.
El BCH llegó a contar reservas netas para 8 meses de importaciones.
La actual política oficial tiene a las RIN como parte de su estrategia para financiar el gasto social del gobierno central, de hecho el año pasado el Congreso Nacional y el directorio del BCH autorizaron utilizar 1 mil millones de dólares de las reservas para un préstamo a 30 años plazo a la administración estatal.
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