TEXAS, ESTADOS UNIDOS
Un agente sanitario del Departamento de Seguridad de Texas manifestó su profunda preocupación por el trato inhumano que muchos migrantes padecen en la zona fronteriza de Eagle Pass.
De acuerdo con la denuncia, los agentes en el sitio estarían recibiendo órdenes de maltratar a los inmigrantes para evitar el paso o para desincentivarlos ante la búsqueda de llegar a Estados Unidos.
Trato inhumano
La persona que realizó la denuncia es Nicholas Wingate, un paramédico de la policía estatal de Texas, de acuerdo con el medio Univisión. Wingate expresó a través de un correo electrónico a su supervisor, la preocupación frente instrucciones como “empujar a los inmigrantes de vuelta al agua para que volvieran a México”, como medida para evitar el paso a Estados Unidos.
El agente habría realizado su trabajo en la semana del 24 de junio al 1 de julio y en ese breve periodo alcanzó a determinar las irregularidades que le comenta en la comunicación a sus superiores.
Temperaturas sofocantes
De acuerdo con Univisión, el correo electrónico de Wingate habría citado varios casos que reflejan, en apenas un día, las tragedias humanas que viven los migrantes en ese punto y la dificultad de los agentes frente a las órdenes que reciben.
Wingate describió el caso de una niña de cuatro años, que el pasado 30 de junio intentó cruzar el alambre de la frontera entre ambos países y fue rechazada por soldados de la Guardia Nacional. La niña se desmayó debido a las altas temperaturas que se viven en la región, un soldado y un agente del DPS la trasladaron a servicios médicos: “Proporcionamos tratamiento a la paciente, que no respondía, y fue transferida a urgencias”, escribió.
Ese mismo día, una adolescente embarazada fue hallada atrapada en la alambrada y con un dolor severo, la joven estaba teniendo un aborto y tuvo que ser remitida al hospital, donde los médicos no pudieron salvar la vida de su bebé.
También describió lo que vivió un adolescente de 15 años ese mismo día, quien se rompió la pierna derecha caminando por el río, mientras intentaba evitar el alambre de púas que se ha instalado en el sector, pues está “dispuesto de tal manera que lo obligó a internarse en el río, por donde no es seguro pasar”.
Wingate describió también que, el día 25 de junio, la policía estatal descubrió a un grupo de 120 acampando junto a una cerca instalada a lo largo del Río Bravo, en el grupo había niños pequeños y bebés lactantes; a pesar de eso, los policías recibieron órdenes de “empujar a las personas de regreso al agua hacia México”. Una instrucción que, además de ser llevada a cabo, incrementaba las posibilidades de ahogamiento de los migrantes, dado que se encontraban en muy mal estado.
“Hemos cruzado una línea hacia lo inhumano”, afirmó el agente en su correo electrónico, cuyo contenido se ha discutido desde varios medios de comunicación.
Reacciones
La oficina del Departamento de Seguridad de Texas y la oficina del gobernador Gregg Abbott han negado las acusaciones, de que este tipo de órdenes se den a los agentes.
Además, han reafirmado la validez de la Operación Estrella Solitaria, que ha sido impulsada por el gobernador Abbott, que ha consistido en múltiples medidas como la instalación de boyas con alambre en medio del Río Bravo.
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