El Alzheimer en los perros: de la vejez a la locura

El Alzheimer en los perros: de la vejez a la locura

TEGUCIGALPA, HONDURAS.

Los perros, esos fieles compañeros, tienen la característica de ser rutinarios y generar hábitos muy difíciles de cambiar. Cada uno tiene sus costumbres, sus formas características y sus rutinas.

Con el paso del tiempo, con la edad, pueden ir dejando pistas, teniendo algunas actitudes diferentes, atípicas, que hacen sonar las alarmas de los tutores de que algo anormal puede estar sucediendo con ellos. Por ejemplo, algunos animales pueden perderse o desorientarse incluso dentro de la misma casa donde vivieron siempre.

La pérdida de memoria y el deterioro cognitivo son bastante comunes en los perros que envejecen y estos signos se manifiestan de manera muy similar en los seres humanos. Los perros pueden experimentar lo que se denomina como síndrome de disfunción cognitiva senil (SDCS) algo así como el Alzheimer de los perros o una de las manifestaciones de la demencia senil.

Los signos más comunes, además de la pérdida de memoria y el ostensible deterioro cognitivo pueden ser, por un lado, la alteración del ritmo de sueño y vigilia. El perro que dormía de noche ahora está despierto durante la noche y durante el día duerme todo el día. Altera su ritmo y también es el perro que a las 2-3 de la mañana gime mirando a la nada misma

Otro signo puede ser la pérdida de la conciencia espacial (¿dónde estoy?) y la aparición de comportamientos sociales nuevos y distintos inclusive contrarios a los habituales en el animal en cuestión. Como por ejemplo cuando el animal orina y defeca dónde antes no lo hacía, se olvidó de lo educativo, se olvidó de lo que había aprendido y entonces, al olvidarse, lo que había aprendido relaja y descartando las cuestiones orgánicas, orina y defeca sin la contención de los frenos inhibitorios.

COMENTARIOS

WORDPRESS: 0