TEGUCIGALPA, HONDURAS.
La casa de moda Schiaparelli abrió la pasarela de Alta Costura en París con una colección con figuras falsas de taxidermia con cabezas de lobo o de león, lucidas entre otras por las top models Naomi Campbell e Irina Shayk.
Daniel Roseberry, director creativo de la firma, sorprendió a todos los asistentes con una colección basada en un safari. Campbell se puso un espectacular abrigo de pelo con una cabeza de lobo en un hombro, mientras que Shayk llevó un vestido de terciopelo con un león en el escote.
El último vestido de esta línea fue uno con estampado de tigre blanco y la reproducción de la cabeza del animal en la delantera.
Las figuras fueron construidas a mano a partir de espuma y resina, principalmente, y prometen convertirse en una silueta muy viral después de que la empresaria e influyente Kylie Jenner, invitada al desfile, acudiera con el vestido con cabeza de león, adelantándose incluso a la pasarela.
En el desfile destacó además la silueta elegida por el creador, que despoja lo rectilíneo y aboga por una cintura estrecha y una cadera muy marcada y redondeada, como en un rígido traje de chaqueta que parece más bien un vestido de noche.
También llamó la atención un vestido de lentejuelas bordadas con dos conchas cubriendo el pecho o una chaqueta tipo torera.
Los excesos de estilismo están más que permitidos durante la Alta Costura.
Esta semana, del 23 al 26 de enero, París es sede de una nueva edición de la pasarela más exclusiva del mundo: la Alta Costura. Durante cuatro días, por la capital de la moda pasarán las personalidades más conocidas de la cultura, las artes y de las redes sociales. Un desfile donde las marcas más exclusivas del mundo presentan sus innovadoras colecciones.
Entre sus invitadas VIP en Petit Palais de París estuvieron Chiara Ferragni, Kylie Jenner, Diane Kruger, Rossy de Palma, la ex modelo Inès de la Fressange o la rapera Doja Cat, que acudió completamente revestida de brillantes rojos.
La rapera Doja Cat sorprendió íntegramente cubierta con cristales de Swarovski para conseguir un “aspecto resplandeciente, centelleante y subversivo”.
Doja Cat parecía una escultura viva en la primera fila, y fue la maquilladora Pat McGrath la encargada de adornar a la cantante con cristales rojos de Swarovski para darle un look resplandeciente y llamativo.
“Colaborar con la incomparablemente talentosa Doja Cat y Daniel Roseberry fue un placer absoluto”, expresó McGrath.
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