TEGUCIGALPA, HONDURAS
La diabetes mellitus es una enfermedad crónica que afecta a 1 de cada 10 adultos y se cree que más de la mitad de los casos están sin diagnosticar, principalmente con la diabetes tipo 2 (DM2).
Según estadísticas, alrededor de 537 millones de personas padecen de diabetes mellitus (DM), una cifra que amenaza considerablemente la salud mundial y se espera que aumente para el 2045, llegando a 700 millones de pacientes.
Los pacientes con esta patología corren el riesgo de desarrollar otras complicaciones como ceguera, insuficiencia renal, infarto de miocardio, accidente cerebrovascular y amputación de los miembros inferiores.
La diabetes mellitus provoca que el cuerpo genere un exceso de glucosa o azúcar en la sangre y aparece cuando el páncreas no produce suficiente insulina o no la utiliza de manera eficaz.
La insulina es una hormona que regula el nivel de azúcar en la sangre y su deficiencia constante ocasiona daños en distintos órganos y sistemas del cuerpo, afectando en mayor escala los nervios y vasos sanguíneos, por lo que un diagnóstico y tratamiento a tiempo es fundamental para evitar complicaciones e incluso la muerte.
Esta enfermedad ocasiona alrededor de 1.5 millones de defunciones en el mundo, ocupando el noveno puesto entre las principales causas de muerte. Estas cifras ponen de manifiesto la necesidad de desarrollar campañas de educación y prevención, por lo que en el marco del Día Mundial de la Diabetes, es necesario hablar sobre ello.
La diabetes puede presentarse en tres diferentes tipos: la diabetes tipo 1; también conocida como diabetes juvenil; que ocurre cuando el cuerpo deja de producir o genera muy poca insulina, siendo más frecuente en la niñez o adolescencia.
La diabetes tipo 2 es la más común y representa el 90 % de todos los casos diagnosticados por esta enfermedad en el mundo, su principal característica es un descontrol de la insulina, lo cual genera altos niveles de glucosa en el cuerpo.
Por último, la diabetes gestacional se presenta durante el embarazo y podría poner en riesgo a la madre y al niño, incrementando las posibilidades de desarrollar la diabetes de tipo 2 a largo plazo.
La Organización Panamericana de la Salud, resalta que entre las principales causas del aumento de casos de diabetes son la obesidad y el sobrepeso, la inactividad física, y la ingesta de alimentos ricos en grasas saturadas, azúcar y sal.
Además, la enfermedad puede estar relacionada con otros factores como los antecedentes familiares, edad, síndrome del ovario poliquístico, presión arterial alta, niveles anormales de colesterol y triglicéridos o incluso, la raza.
“Más del 50 por ciento de los casos diagnosticados son prevenibles y hay medidas simples que podemos adoptar como realizar ejercicio, consumir una dieta balanceada, evitar el tabaco y mantener un peso saludable. Es importante, que las personas realicen chequeos médicos que les permita conocer cómo se encuentra su salud, entre ellas, la medición de la glucosa en sangre, por medio de exámenes sencillos como la glicemia basal (se realiza en ayunas), la hemoglobina glucosilada y la curva de glicemia. Una vez que se ha comprobado la existencia de la enfermedad, su tratamiento dependerá del tipo de diabetes del paciente y podría ser desde administración diaria de insulina inyectada hasta medicamentos específicos que estabilizan la producción de misma”, aseguró la doctora, Larisa Ramírez, directora médica de AstraZeneca para Centroamérica y Caribe.
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