La primera criptomoneda LGBTQIA+ se llama Maricoin

La primera criptomoneda LGBTQIA+ se llama Maricoin

Las criptomonedas llegaron para quedarse y cada vez se diversifican más. Como en España, donde han lanzado el Maricoin – y sí, el nombre se basa en el insulto homófobo común en español. Esta planea ser una moneda digital exclusiva para la comunidad LGBTQIA+.

Maricoin debutó el 31 de diciembre de 2021, en un proyecto piloto, de una semana de duración, para el barrio de Chueca, en Madrid (conocido por ser LGBTQIA+) y contó con la participación de 10 comercios. Sus creadores han propuesto que Maricoin se convierta en una criptomoneda de uso común en la comunidad LGBTQIA+ de todo el mundo; y espera que la criptomoneda pueda ser utilizada como medio de pago en los negocios amigables con la comunidad LGBTQIA+. Aunque de momento solo se podrá utilizar en Madrid y en algunos lugares de Barcelona, ​​Ibiza y Maspalomas, en Gran Canaria.

En una entrevista con la Fundación Thomas Reuters, el cofundador de Maricoin, Juan Belmonte, comentó: «Ya que nosotros movemos esta economía, ¿por qué nuestra comunidad no debería beneficiarse de ella, en lugar de los bancos, las compañías de seguros o las grandes corporaciones que a menudo no ayudan a las personas LGBT+?».

Maricoin está respaldada por la empresa de capital riesgo Borderless Capital, con sede en Miami, y según el director general Francisco Alvarez, a principios de enero ya había unas 8.000 personas en lista de espera para comprar MariCoin.

Según una investigación del banco suizo Credit Suisse, el mercado global LGBQIA+ es enorme. La comunidad LGBTQIA+ ha ganado terreno en los últimos tiempos, y según el informe LGBT 400, si la comunidad fuera una economía, sería la tercera o cuarta más grande del mundo, dado que entre el 5% y el 10% de la población pertenece a este grupo, y su poder adquisitivo representa aproximadamente entre $2.7 y $5.6 billones de dólares.

El objetivo final, explica Belmonte, es crear una red global de organizaciones y empresas de mentalidad progresista que acepten Maricoin como un medio para promover y apoyar los derechos queer a nivel transnacional. Eventualmente, Belmonte espera que la criptomoneda pueda proporcionar «microcréditos» para cosas como un café queer-friendly en América del Sur, o incluso para ayudar a los refugiados que huyen de países peligrosos.

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