TEGUCIGALPA, HONDURAS
El falso infarto se caracteriza por dolor en el pecho, y ya esa situación es estresante. Para cualquier persona, un dolor torácico se asocia a un problema cardíaco, lo que dispara las alarmas y la ansiedad.
Sin embargo, el dolor torácico no siempre proviene del corazón. En realidad, la mayoría de las veces, este tipo de dolor no significa algo grave, sino que se asocia a problemas inflamatorios o ansiosos. De todos modos, por la posibilidad cierta de una causa cardíaca, se estudia con detenimiento.
Así es como aparece el falso infarto. Como su nombre lo indica, es un cuadro clínico donde los síntomas sugieren la presencia de un infarto, pero a fin de cuentas está sucediendo otro proceso en el cuerpo.
Hay varios síndromes que se esconden detrás del falso infarto, y si bien la medicina reconoce como tal a su manifestación, no hay acuerdo concreto sobre cuáles enfermedades son falsos infartos y cuáles no. Quizás, el único consenso es el que reconoce la hiperkalemia como causa principal.
La hiperkalemia es el aumento de los niveles de potasio en la sangre. Cuando aparece, el paciente siente dolor torácico y lo acompaña de náuseas o vómitos. El dolor es tan intenso, que despierta la sospecha de un infarto. Además, es muy común en diabéticos e hipertensos, lo que incrementa la suposición.
Laboratorios para el falso infarto
Una cuestión clave en la atención médica de los pacientes con dolor torácico es la disponibilidad de laboratorios cercanos para correr algunas pruebas básicas. Entre ellas, la troponina y el ionograma.
El análisis de troponina detecta la presencia en la sangre de esa proteína, la cual es indicativa de un infarto agudo de miocardio cuando se encuentra por encima de determinados valores. No es totalmente sensible la prueba, pero se estima que permite descartar hasta el 60 % de dolores de pecho que no son infartos.
Esta sencilla determinación mejoraría los ingresos hospitalarios y reduciría los falsos diagnósticos. El hecho es que no se encuentra disponible en todos los centros de salud, ni tampoco todos los médicos la solicitan.
El electrocardiograma no es tan eficiente como la troponina para descartar los falsos infartos. A veces, algunos trazados del estudio parecen un infarto en curso, sin serlo. Esto sin contar que el electrocardiograma debe ser leído de forma correcta, a diferencia de la troponina que expresa un valor redondo.
El síndrome del corazón roto
Detrás del falso infarto podemos mencionar un cuadro clínico conocido como síndrome del corazón roto. El síntoma es, por supuesto, el dolor torácico agudo e intenso.
El problema diagnóstico que plantea es que altera el electrocardiograma y hasta puede variar valores de laboratorio, simulando un infarto que no está sucediendo. Estos pacientes terminan sometidos a una intervención cardiológica que se encuentra con las arterias en perfecto estado.
La causa que lo origina es un estado de estrés muy potente y súbito, en general, derivado de una situación angustiante o una mala noticia recibida. Se ha descrito en personas que reciben una mala noticia, como la muerte de un familiar.
El nombre del síndrome no ha sido siempre el mismo, a pesar de tratarse de una patología de reciente reconocimiento. Antes se le llamó cardiomiopatía de tako-tsubo, debido a que las imágenes de estos corazones parecían un tako-tsubo, que es un recipiente empleado por pescadores de Japón.
El síndrome del corazón roto evoluciona de forma favorable siempre, con casi ninguna complicación. En algunas semanas, los pacientes recuperan su electrocardiograma normal y valores de laboratorio acordes.
Síndrome de Tietze
Una causa común de síntomas de falso infarto es la costocondritis o síndrome de Tietze. Se trata de una inflamación de los cartílagos que unen las costillas con el esternón.
Es frecuente en mujeres jóvenes y en personas que han realizado algún esfuerzo puntual con ambos miembros superiores. Suele evolucionar de forma benigna, desapareciendo a los días o semanas sin intervención. De todas maneras, casi todos los pacientes son medicados con antiinflamatorios.
El dolor torácico es el que genera alerta. Para distinguirlo de un infarto real, el médico suele presionar las costillas y el esternón, buscando que se genere dolor a la palpación, lo cual no sucede cuando el origen es cardiológico.
Aunque se trate de un falso infarto, hay que consultar
Como bien dijimos antes, el dolor torácico exige un estudio para descartar las causas graves cardiológicas, entre ellas, el infarto agudo de miocardio. Por eso, hay que consultar con un profesional cuando sentimos un dolor así. Es muy probable que resulte en un problema benigno, pero será el médico quien lo determine y nos dé las pautas necesarias.
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