El analista Olban Valladares, comentó que mientras los cafetaleros demandan un millón de corteros para la presente cosecha, los migrantes hondureños se van en caravana alegando falta de trabajo, en busca del mal llamado “sueño americano”.
Una caravana de migrantes hondureños salió del país la semana anterior con el objetivo de cruzar Guatemala y México en forma ilegal e ingresar a los Estados Unidos si se les autoriza una petición de asilo.
Sin embargo, el grupo se encuentra varado en Guatemala, ante las férreas medidas de contención ejecutadas por el vecino país que incluyen un decreto de estado de prevención a lo largo de la ruta migratoria.
En ese sentido, Valladares comentó que “los migrantes justifican que se van del país, porque en Honduras no hay trabajo, pero yo digo que eso es paradójico porque los cafetaleros de El Paraíso, Copán, Santa Bárbara e Intibucá, están demandando de 600,000 a un millón de corteros para la presente cosecha”.
“Entonces, como es eso que no hay trabajo en Honduras, para mi esa no es una causa válida para abandonar el país, asimismo argumentan que se van por el COVID-19 y la inseguridad que prevalecen en el país”, comentó.
Lobo
“Pero si se trata del coronavirus, ellos se van precisamente a la boca del lobo, pues Estados Unidos, es el país en el mundo que más está sufriendo en este momento el incremento más espantoso que ha habido de esa cruel enfermedad”, señaló el empresario.
“Pensemos en eso, lo digo sin el ánimo de disminuir la importancia que tiene esta migración ni con la pretensión de subvalorar los motivos que impulsan a los compatriotas a huir del país, pero sí para que analicemos como pueblo y gobierno qué podemos ir haciendo para solventar este problema”, afirmó.
Valladares dijo que “el problema de la migración masiva no obedece a problemas de empleo, inseguridad ciudadana y otros argumentos que se han venido utilizando, aquí hay algo más”.
“Sin embargo, nosotros no hemos dedicado el tiempo para ir al meollo del problema, conocer las causas y tomar las medidas correspondientes, creo que aquí hay intereses no muy sanos detrás de todo esto”, afirmó.
“Uno no se explica cómo una masa de unas 3,000 personas sincronizadamente se encuentran en un punto, sin tener que utilizar los medios de comunicación tradicionales, sino que se guían por las redes sociales y llegan de todas partes del país”, cuestionó Valladares.
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