CHINA
En un hospital desbordado por la ola de COVID, una enfermera entrega un certificado de defunción.
Esto ocurre tres años después de que aparecieran los primeros casos de coronavirus, China afronta un estallido de contagios, desde la supresión de gran parte de las restricciones sanitarias a principios de diciembre.
En Chongqing, una extensa ciudad del suroeste del país asiático, el pasillo del Hospital N. 5 se ha convertido en una sala improvisada destinada sólo a pacientes con coronavirus.
Una cinta roja y blanca delimita el espacio donde una decena de enfermos, en su mayoría ancianos, están con suero intravenoso, recostados en sus camas.
En una habitación contigua, unas 40 personas esperan en sofás o camillas para recibir un tratamiento, mientras algunos de ellos tosían, confirmaron medios de comunicación.
Una enfermera asegura que todos han dado positivo al COVID-19.
En una unidad de cuidados intensivos cercana, tres enfermos reciben asistencia respiratoria y los médicos monitorean su función cardíaca.
Mientras tanto, unas cincuenta personas hacen cola en la puerta de urgencias.
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