El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, dijo a sus partidarios reunidos frente al palacio presidencial en Brasilia el lunes que se sometió a un examen de covid-19 y que le examinaron los pulmones.
“Regresé del hospital ahora, me hice un examen de pulmón, mi pulmón está limpio, ¿de acuerdo? Fui a hacer un examen de covid hace un rato, pero todo está bien”, dijo.
Bolsonaro, que llevaba una mascarilla, advirtió a la gente que no se acercara a él.
“No puedes acercarte mucho [a mí], ¿de acuerdo? Recomendación para todos”, dijo Bolsonaro.
Cuando se le preguntó sobre los informes noticiosos que dicen que Bolsonaro tiene fiebre, Cintia Macedo, portavoz presidencial, dijo a CNN: “No tenemos esta información. No confirmamos esta información en este momento”.
La oficina del presidente dijo que espera recibir los resultados este martes.
Muchos opositores de Bolsonaro esperaban abiertamente que esos resultados fueran positivos, y el hijo del presidente, Carlos Bolsonaro, acudió a Twitter para condenar “la inmensa cantidad de personas” que pedían la muerte de su padre.
Se quejó de que había una “selectividad de indignaciones” por los llamados, incluso de la comunidad internacional, y agregó que los opositores de su padre “¡no tendrán éxito!”.
“La vida tiene que continuar”
CNN informó en mayo que Bolsonaro dio negativo para el coronavirus en tres exámenes separados que se dieron a conocer al público. Las tres pruebas se administraron entre el 12 y el 17 de marzo después de que Bolsonaro regresó de una reunión bilateral con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en la Florida, y muchos de sus acompañantes dieron positivo.
Brasil solo es superado por Estados Unidos en número de infecciones y muertes por coronavirus. Más de 65.000 personas han muerto por coronavirus en Brasil, según cifras publicadas por el Ministerio de Salud del país el lunes, y 1.623.284 casos han sido confirmados hasta ahora.
Bolsonaro ha aparecido previamente en público y en manifestaciones sin máscara, incluso abrazando a sus seguidores. Ha alentado la reapertura incluso cuando aumenta el número de casos en el país, y ha criticado los esfuerzos de los gobiernos locales para eliminar el virus a través de medidas de distanciamiento social, como las órdenes de cuarentena y confinamiento.
“Nuestra vida tiene que continuar. Se deben mantener los empleos”, dijo Bolsonaro en los primeros días de la pandemia, durante un discurso del 24 de marzo transmitido en la televisión y radio nacionales. Él ha mantenido esa posición, argumentando que las consecuencias económicas del bloqueo podrían ser peores que el virus en sí. También ha seguido saludando ocasionalmente a sus seguidores sin equipo de protección, incluso después de que un tribunal le ordenó usar una máscara o enfrentar una multa. La orden ha sido revocada.
La semana pasada, Bolsonaro vetó partes de una ley que obliga a usar máscaras faciales en público durante la pandemia. El uso de máscaras en centros comerciales, tiendas, templos religiosos, establecimientos educativos y otros lugares cerrados donde las personas se reúnen ya no será obligatorio, aunque los estados y municipios individualmente pueden hacer cumplir esas medidas.
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