TEGUCIGALPA, HONDURAS
Propietarios de bodegas neoyorquinas están listos para emplear a «miles» de los inmigrantes recién llegados a Nueva York, principalmente a los hispanos, dado que la gran mayoría de los cerca de 20.000 arribados a la Gran Manzana son de países latinoamericanos.
La organización «United Bodegas of America» (UBA) lanzó este miércoles esta propuesta para ayudar así a aliviar la carga migratoria en la ciudad, y su portavoz, Fernando Mateo, dijo que las 15.000 bodegas de la ciudad, que dan trabajo a «unas 100.000 personas», necesitan actualmente a esos miles de empleados, pero añadió que también necesitan superar la complicada burocracia estatal.
Los inmigrantes -dijo Mateo- «vienen a trabajar, a abrir negocios y a crear oportunidades (…) necesitan trabajo y nosotros necesitamos a trabajadores. Además, hablamos su idioma», razonó, e insistió en que el procedimiento para lograr permisos de trabajo es muy complejo, por lo que exigió que el gobierno federal lo agilice y permita así la integración de esas personas.
Además, y en un argumento muy utilizado por los estadounidenses, añadió que «los ciudadanos no tienen por qué pagar la alimentación, la educación, la salud ni los servicios sociales de los inmigrantes. Los inmigrantes deben poderse ganar la vida en nuestra ciudad», recalcó ante los periodistas.
La UBA había citado a los periodistas en la entrada de la estación de autobuses de la Octava Avenida, que es precisamente el lugar al que han llegado varios miles de inmigrantes, enviados en autobuses por el gobernador de Texas, Greg Abbott, sin la menor coordinación con la Alcaldía neoyorquina.
Mateo recordó que Nueva York es desde siempre una tierra de acogida: «A principios del siglo XX, millones de emigrantes llegaron de Europa huyendo de la pobreza, y fueron bienvenidos. Pues bien: estamos viviendo exactamente la misma situación. Tiempos distintos, mismos problemas. Estos migrantes vienen a trabajar», insistió.
El portavoz alabó la labor que la Alcaldía de Nueva York está haciendo con los inmigrantes, prestándoles cobijo, alimento y escuelas prácticamente desde su llegada, y por ello dijo que el problema burocrático se sitúa a nivel federal, y concretamente con los permisos de trabajo.
En los pasados cuatro meses, más de 20.000 inmigrantes, en su mayoría venezolanos, han llegado a Nueva York, lo que ha supuesto una gran presión sobre el sistema asistencial de la ciudad, que la semana pasada declaró el estado de emergencia ante esta situación.
COMENTARIOS