Biden planea unir la defensa de Ucrania y la de Israel

Biden planea unir la defensa de Ucrania y la de Israel

ISRAEL

El Gobierno de Joe Biden está ultimando un paquete de ayuda para Ucrania e Israel que también incluirá fondos para la lucha contra la inmigración ilegal a través de la frontera con México y, tal vez, para la defensa de Taiwan, por valor de 100.000 millones de dólares (unos 94.000 millones de euros). La gran cuestión, sin embargo, es el caos del Partido Republicano en la Cámara de Representantes, donde ese partido, pese a tener la mayoría absoluta, no se pone de acuerdo acerca de quién debe gobernar ese órgano, lo que deja en la práctica al Poder Legislativo de Estados Unidos paralizado y sin posibilidad de aprobar ninguna ley, incluyendo ésta.

Pese a la parálisis republicana en la Cámara, el paquete de ayuda cuenta con el respaldo de la práctica totalidad del Partido Demócrata y de gran parte de la oposición republicana, ya que incluye dos áreas en las que ambos partidos están totalmente de acuerdo – Israel y Taiwan – una en las que los demócratas cuentan con el apoyo del sector anti-Trump del Partido Republicano – Ucrania – y, finalmente, una cuarta en la que a los demócratas no les queda más remedio que reconocer la gravedad de la situación, por más que eso suponga reconocer implícitamente que los republicanos tenían razón: la inmigración. Joe Biden tiene previsto dirigirse esta noche (madrugada de hoy en Europa) al país para hablar de la crisis de Israel y dar a conocer – aunque posiblemente sin muchos detalles – sus planes para apoyar a ese país y a Ucrania. Biden también iba a pedir a los republicanos de la Cámara que se aclaren de una vez y que nombren un presidente, aunque no parece difícil, dado el grado de faccionalismo del partido.

La noticia significa en la práctica que Estados Unidos estará apoyando de manera masiva a dos países – Ucrania e Israel – en guerra, algo que no tienen precedentes en la Historia reciente de Estados Unidos. También plantea la cuestión de cómo va a ser capaz Washington de mantener la producción de materia militar para ambos Estados, dado el brutal ritmo de atrición de munición y equipos de una guerra moderna convencional, tal y como ha quedado claro en Ucrania. Este jueves la web de noticias de Washington Axios informó de que Estados Unidos ha empezado a entregar a Israel obuses de 155 milímetros que iban a ser destinados a Ucrania. Desde 2022, EEUU había sacado, con el visto bueno de Tel -Aviv, esos obuses de sus arsenales en Israel para entregárselos a Kiev. Ahora, sin embargo, Israel dice que los necesita. Ya en 2022, Washington dejó sin las armas que le había prometido a Taiwan para dárselas a Ucrania; ahora, le toca el turno a Kiev.

Los detalles del programa de ayuda todavía están siendo ultimados, pero es de prever que la gran mayoría de los recursos sean entregados a Ucrania. Ésa es una idea que los líderes demócratas – Chuck Schumer – y republicano – Mitch McConnell – del Senado, que diseñaron hace tres semanas cuando la Administración Pública estadounidense evitó por cuestión de horas su cierre debido a la falta de un acuerdo presupuestario dentro de la bancada republicana de la Cámara de Representantes. El acuerdo al que se llegó in extremis daba dinero para que el Estado mantenga su normal funcionamiento hasta el 17 de noviembre, pero a cambio dejaba sin ayuda adicional a Ucrania. Desde entonces, EEUU ha reducido a la mitad sus entregas de armas a Kiev. Si no se aprueban más ayudas, en poco más de un mes EEUU dejará de dar material militar a Ucrania, una medida que el sector más ‘trumpista’ y pro-ruso del Partido Republicano lleva reclamando desde 2022.

Fue entonces cuando Schumer y McConnell empezaron a plantear un paquete masivo de ayuda a Kiev – se llegó a hablar de 100.000 millones de dólares – que, una vez que fuera aprobado, permitiera a establecer un flujo de ayuda permanente a ese país durante más de un año, lo que significaría que la aprobación de la ayuda no estaría sujeta a las veleidades políticas de un año electoral como 2024.

El gran problema para este plan es que, por primera vez en la Historia de Estados Unidos, la Cámara de Representantes no tiene un presidente por la incapacidad de la mayoría republicana de ponerse de acuerdo en quién debe ocupar ese cargo. Ahora, sin embargo, la ofensiva terrorista de Hamás en Israel el 7 de octubre podría hacer que los republicanos pusieran de lado sus diferencias, dado que ese partido apoya en un 100% a Tel-Aviv.

La propuesta de Biden de hacer un plan combinado de ayuda a Ucrania y a Israel puede relanzar su imagen de hombre de Estado que busca el consenso, mientras que los republicanos están divididos y sin poder tener un líder. El calendario también juega a favor del presidente, dado que Donald Trump ha visto su capacidad para criticar, insultar y amenazar a los funcionarios que le han procesado en cuatro casos diferentes, severamente restringida después de que la semana pasada un juez le impusiera una orden que le impide hacer declaraciones al respecto. Trump tiene además su libertad de acción política limitada, dado que desde que comenzó este mes está celebrándose en Nueva York su juicio por fraude, que podría acabar forzándole a deshacerse de gran parte de sus activos inmobiliarios y empresas en ese estado en el que ha llevado a cabo la mayor parte de su carrera como hombre de negocios.

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