TEGUCIGALPA, HONDURAS
Las prácticas de contratación de generación de energía eléctrica que durante años se han realizado sin planificación, en condiciones de opacidad y escasa competitividad se siguen repitiendo y mantienen en crisis a la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE), advirtió la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ).
El capítulo hondureño de Transparencia Internacional publicó 111 contratos de generación de energía eléctrica y presentó un análisis sobre los procesos de contratación en el que evidencia el desorden, malas negociaciones, indicios de corrupción e ilegalidades en el mercado de generación de energía por medio de contratos.
Las irregularidades encontradas incluyen contrataciones directas con contratos aprobados por el Congreso Nacional, licitaciones iniciadas de forma tardía y sin competitividad, bases de licitación mal elaboradas, sin estudios o direccionadas; así como privilegios o diferencias entre bases de licitación, ofertas y contratos.
Estas condiciones han provocado que los hondureños paguen la tarifa de energía eléctrica más alta de Centroamérica, con costos de generación por contrato del 45 por ciento, por arriba de los promedios internacionales más altos.
Por otro lado, la ENEE sólo tiene bajo contrato el 29 por ciento de la capacidad necesaria para cubrir la demanda máxima de energía eléctrica, lo que no garantiza la disponibilidad de la energía ni continuidad del fluido eléctrico.
Otro aspecto preocupante es que para 2022, la energía no suministrada aumentó en 15 por ciento en comparación a 2021, lo que tuvo un impacto estimado en el crecimiento económico de 796 millones de lempiras.
Cabe señalar que el análisis de la ASJ apunta que se encontraron diferencias entre 20 y 62 por ciento en los precios estipulados en contratos de generación otorgados a diferentes empresas aun cuando fueron otorgados el mismo año y con tecnologías similares.
Si bien estas condiciones se han registrado por varios años, actualmente las irregularidades persisten. En mayo de 2022, mediante ley se ordena revisión y renegociación de contratos. Cinco meses después, la ENEE anuncia 16 acuerdos producto de la renegociación; pero ocho meses después, las adendas de dichos acuerdos no han sido remitidas al Congreso Nacional y se desconocen los parámetros bajo los cuales se realizó la renegociación, señaló ASJ.
Tampoco se sabe nada sobre la revisión de contratos que no estaban operando. La falta de claridad en este proceso puede dar espacio a que se muten contratos para que empiecen a operar sin llevar a cabo un proceso competitivo de contratación, cuestionó.
En ese sentido, ASJ recomendó a las autoridades de la ENEE seguir un plan para contratar potencia y energía con base en la demanda, lanzar la licitación pública internacional cinco años antes de que se necesite la generación, dar espacio para que ofertas presentadas garanticen buen servicio y buenos precios, cancelar un contrato si no se activa en el tiempo de estipulado y garantizar el pago oportuno por generación.
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