Una linda gatita amaba tanto a su dueño que no podía soportar dejar su lado. Ha pasado un año desde que falleció la dueña de esta gata, pero la gatita no ha salido de la tumba de su viejita. La transeúnte Keli Keningau Prayitno, de 28 años, trató de adoptar al gato, pero no funcionó: al día siguiente, el felino regresó a la tumba de su dueño como de costumbre, acariciando la pequeña lápida azul. Sorprendentemente, la gata camina todos los días a su antigua casa donde los hijos de la anciana la alimentan, y luego regresa a la tumba. A pesar de que los transeúntes le dan comida y agua, el gato se niega a salir de la tumba para revolcarse en la tierra y dormir en la tumba todas las noches.
“Ella duerme allí y maúlla, muestra lo cerca que están los animales de sus dueños”, dijo Keli. ¿Y quién dijo que los gatos no tienen sentimientos por sus dueños? Comparta esta historia desgarradora con sus amigos para que sepan que los gatos también son compañeros leales.
A pesar de que los transeúntes le dan comida y agua, el gato se niega a dejar la tumba para revolcarse en la tierra y dormir en la tumba todas las noches.
Sorprendentemente, la gata camina todos los días a su antigua casa donde los hijos de la anciana la alimentan, y luego regresa a la tumba, La transeúnte Keli Keningau Prayitno (en la foto), de 28 años, trató de adoptar al gato, pero este volvió al mismo lugar, acariciando la pequeña lápida azul.
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