Al menos 34 personas murieron y decenas continúan desaparecidas como consecuencia de las fuertes tormentas y las lluvias torrenciales que afectaron en las últimas horas al oeste de Alemania y Bélgica como consecuencia de las fuertes precipitaciones que provocaron graves perturbaciones en algunas provincias, incluido el cierre de carreteras y la interrupción del transporte ferroviario.
Unos fuertes aguaceros que se prolongaron durante horas causaron una situación dramática en los países, donde hay poblaciones inundadas, vías bloqueadas y un dique de una represa que tuvieron que ser reforzado por el peligro de que se rompa por la presión del agua.
En Alemania, el temporal afectó sobre todo a los estados de Renania del Norte-Westfalia, el más poblado del país, y de Renania-Palatinado.
Las autoridades municipales de Ahrweiler, en el estado federado de Renania-Palatinado, confirmaron la muerte de cuatro personas y la desaparición de otras 30. También perdieron la vida dos bomberos que trabajaban en las tareas de rescate.
En este municipio las lluvias provocaron el derrumbe de al menos seis edificios, mientras que otros veinte se encuentran en estado inestable.
En la ciudad de Hagen, en cuyas calles las aguas llegan hasta la cadera, según testigos, se interrumpieron preventivamente el servicio de electricidad para evitar cortocircuitos.
El primer ministro de Renania del Norte-Westfalia y candidato a la sucesión de Angela Merkel en la cancillería, Armin Laschet, visitará hoy Hagen.
En esa ciudad una residencia de ancianos tuvo que ser evacuada después de que se inundase la primera planta.
En Düsseldorf, el barrio de Grafenberg tuvo que ser evacuado y una autopista está bloqueada después de que un túnel se inundará. El transporte ferroviario en la región también se vio afectado.
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