Irán ha estado restringiendo el acceso de los inspectores nucleares de la ONU a su principal planta de enriquecimiento de uranio en Natanz, citando preocupaciones de seguridad después de lo que el régimen dice que fue un ataque en el sitio por parte de Israel en abril, según afirmaron los diplomáticos.
El enfrentamiento ha estado ocurriendo durante semanas y está en vías de resolverse, según los diplomáticos, pero también ha aumentado las tensiones con Occidente. Las conversaciones indirectas entre Irán y Estados Unidos sobre la reactivación del acuerdo nuclear se han aplazado sin una fecha fijada para su reanudación.
Varios movimientos de Irán violan el acuerdo nuclear de 2015 y han enfurecido a Washington y sus aliados: desde el enriquecimiento de uranio hasta casi el grado de armamento hasta no explicar el origen de las partículas de uranio que el organismo de control nuclear de la ONU encontró en varios sitios no declarados.
“Nos están provocando”, dijo un diplomático occidental que sigue de cerca a la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), y agregó que los inspectores deberían poder tener acceso completo la próxima semana.
Los funcionarios iraníes no estuvieron disponibles de inmediato para hacer comentarios. La AIEA se negó a comentar, citando su política general de no comentar sobre cuestiones de inspección.
Las razones por las que Irán se movió más allá de las preocupaciones oficiales de seguridad y protección que citó como explicaciones no están claras, pero ya se ha peleado con la AIEA por el acceso antes. Irán en 2020 negó a la AIEA el acceso a dos lugares para inspecciones rápidas. En 2019, Irán retuvo a un inspector de la agencia y confiscó sus documentos de viaje/ Con información de Reuters.
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