GUATEMALA
«Esta victoria es del pueblo y ahora unidos, como pueblo, lucharemos contra la corrupción”, declaró Bernardo Arévalo en su primera conferencia de prensa tras conocerse los resultados de la jornada. Junto a él, los guatemaltecos partidarios de Movimiento Semilla salieron a celebrar, ondeando banderas por las calles de la capital.
El candidato del partido progresista Movimiento Semilla ganó los comicios presidenciales con el 58% de los votos, tras un proceso electoral marcado por una fuerte judicialización e intervenciones de la Fiscalía en su contra. “Lo que el pueblo grita es “basta ya de tanta corrupción”, declaró el presidente electo.
La segunda vuelta de las elecciones contó con 45% de participación ciudadana, 15 puntos de porcentaje más que en la segunda vuelta del 2019. La presidenta del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Irma Palencia, explicó en una conferencia de prensa que históricamente en Guatemala, la tasa de participación en la segunda vuelta es más baja que en la primera.
CORTESÍA
“Participar es un acto de defensa de la democracia y en este momento histórico, significó un acto de valentía de cada persona que emitió su voto”, declaró Arévalo.
Ha sido el proceso electoral más convulso desde el regreso de la democracia al país en 1985. El Tribunal Supremo Electoral reconoció los resultados de la primera vuelta dos semanas después, y tras un recuento de votos por presuntas irregularidades denunciadas por un grupo de partidos alineados con el oficialismo. El segundo lugar de Arévalo el 25 de junio con el 11,78% de los votos se vivió con sorpresa en el país. Sandra Torres había liderado con el 15,84%. El gran ganador fue el voto nulo, un signo de la desconfianza y el rechazo de la población a las instituciones políticas del país. En estas elecciones, el 95% de los votos contabilizados fueron válidos: ni votos nulos, ni votos en blanco.
El 12 de junio, tras hacer oficiales los resultados, la Fiscalía ordenó suspender el partido Movimiento Semilla por un caso de presuntas firmas fantasma entre los miembros del partido. Organizaciones internacionales expresaron su grave preocupación ante lo que se consideró un serio ataque a la democracia, pues la Fiscalía allanó en dos ocasiones la sede del TSE. Finalmente la Corte de Constitucionalidad bloqueó la orden de suspensión, pues la Constitución indica que durante el proceso electoral, la máxima y única autoridad que puede decidir sobre los partidos en contienda es el TSE.
COMENTARIOS