Una serie de resultados de estudios preclínicos publicados recientemente muestran que la vacuna COVID-19 de nanopartículas de ferritina de pico (SpFN por sus siglas en inglés Spike Ferritin Nanoparticle ) no solo provoca una potente respuesta inmune sino que puede brindar una amplia protección contra las variantes preocupantes del SARS-CoV-2, así como contra otros coronavirus.
La investigaciones están avanzadas y aún quedan por obtener los resultados de los estudios de Fase II y III.
“Nuestra estrategia ha sido desarrollar una tecnología de vacuna ‘pancoronavirus’ que podría ofrecer una protección segura, eficaz y duradera contra múltiples cepas y especies de coronavirus”, aseguraron los científicos del Instituto de Investigación del Ejército Walter Reed (WRAIR) quienes están a cargo del desarrollo de la nueva fórmula.
Los estudios preclínicos publicados en Science Translational Medicine indican que la vacuna SpFN protege a los primates no humanos de la enfermedad causada por la cepa original de SARS-CoV-2 e induce respuestas de anticuerpos altamente potentes y ampliamente neutralizantes contra los principales variantes de preocupación del virus del SARS-CoV-2, incluido el virus SARS-CoV-1 que surgió en 2002.
A diferencia de los otras formulaciones, la vacuna del Instituto Walter Reed es una vacuna de nanopartículas basada en una plataforma de ferritina. La vacuna ha estado en investigación durante casi dos años, informó Defense One, después de que el ejército estadounidense recibió su primera secuenciación de ADN del virus SARS-CoV-2 a principios de 2020.
El Dr. Kayvon Modjarrad, director de enfermedades infecciosas del Institutito Walter Reed, señaló que la vacuna ha tenido “resultados positivos” en la etapa de prueba y completó: “La vacuna contra el coronavirus de nanopartículas SpFN concluyó los ensayos en animales a principios de este año con resultados positivos”.
“La fase I de los ensayos, que probaron la vacuna contra Ómicron y las otras variantes, concluyó este mes, nuevamente con resultados positivos que se encuentran en revisión final”, resaltó el director del Instituto WRAIR.
“Necesitamos evaluarlo en el entorno del mundo real y tratar de comprender cómo funciona la vacuna en un número mucho mayor de personas que ya han sido vacunadas con otro inoculante o que ya han estado enfermas”, dijo Modjarrad. Algunas investigaciones se centrarán en cómo la nueva vacuna interactúa con personas que fueron inoculadas previamente con dosis de las vacunas de ARNm de Pfizer-BionTech y Moderna o la inyección de Johnson & Johnson.
WRAIR está trabajando con un socio de la industria farmacéutica cuyo nombre no ha sido difundido para colaborar en la implementar de la nueva fórmula. “Decidimos mirar a largo plazo en lugar de centrarnos únicamente en la aparición original del SARS y, en cambio, comprender que los virus mutan, que surgirán variantes y virus futuros. Nuestra plataforma y el enfoque dará herramientas para estar preparados frente a esto“, agregó Modjarrad.
Los investigadores del ejército remarcaron que “el reciente desarrollo de una vacuna es una buena noticia contra un creciente cuerpo de investigaciones iniciales que sugiere que la mayoría de las vacunas contra el coronavirus actuales ofrecen mucha menos protección contra la nueva variante de Ómicron altamente contagiosa”.
El Pentágono dijo a principios de este año que la vacuna contra el coronavirus era obligatoria para todos los miembros del servicio, incluida la Guardia Nacional y la Reserva. El máximo organismo de defensa estadounidense también está considerando establecer como obligatorias las vacunas de refuerzo para los miembros de las fuerzas armadas.
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