El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, decidió finalmente no vacunarse contra el coronavirus después de repetir durante meses que sería “el último” brasileño en recibir el inmunizante.
“Decidí que ya no tomaré la vacuna. Estoy viendo nuevos estudios, mi inmunización está en lo más alto, ¿para qué voy a tomar la vacuna?”, declaró el martes por la noche el mandatario ultraderechista de 66 años, en una entrevista con la radio Jovem Pan.
“Sería lo mismo que jugar 10 reales en lotería para ganar 2. No tiene lugar eso”, dijo el mandatario, un escéptico del coronavirus que llegó a decir que la vacuna de Pfizer podía transformar a la gente en “caimán”.
En junio pasado, Bolsonaro puso en duda la eficacia de la vacuna Sinovac y defendió el tratamiento precoz contra la enfermedad con medicinas cuya eficacia frente al coronavirus no está comprobada científicamente, como la cloroquina.
“Esa vacuna está con problemas en diferentes países que la están usando, como en Chile. Y en Brasil no es diferente. En algunos asilos en que ya fueron aplicadas las dos dosis las personas están contrayendo COVID-19 y están muriendo”, afirmó, sin presentar pruebas.
Luego de contraer el virus en julio de 2020, Bolsonaro ha asegurado repetidamente que sus exámenes revelan un alto nivel de anticuerpos y que por ello no le fue necesario vacunarse, algo descartado por los expertos.
Muy criticado por su gestión de la crisis sanitaria en un país donde el virus ha dejado más de 600.000 muertos, Bolsonaro está en contra de la obligatoriedad de la vacuna y del pasaporte sanitario aplicado en varios países para acceder a determinados lugares.
“Para mí la libertad por encima de todo. Si el ciudadano no quiere tomar la vacuna, es su derecho y punto final”, agregó el mandatario durante la entrevista/Con información de AFP.
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