El presidente de Rusia, Vladimir Putin, firmó este martes la ley que lo deja blindado de por vida, al reforzar su inmunidad y permitirle ser senador vitalicio cuando deje el Poder Ejecutivo.
Bajo el nuevo marco legal, los ex mandatarios solo podrán ser privados de inmunidad en caso de ser acusados de alta traición u otro delito grave después de que los cargos enviados por dos tercios de ambas cámaras sean confirmados por el Tribunal Supremo y el Tribunal Constitucional. También quedan garantizadas todas sus posesiones, incluidas residencias, despachos, vehículos de transporte, documentos que le pertenecen y correos.
Actualmente, el privilegio se podía perder en caso de apertura por el Comité de Instrucción de Rusia de un proceso penal por un delito grave cometido durante el ejercicio de su mandato, con el visto bueno de ambas cámaras del Parlamento.
Ahora, los presidentes que dejen el cargo, incluso si renuncian, podrán convertirse en senadores vitalicios con solo enviar una solicitud al Consejo de la Federación. De esta forma, también se verá beneficiado Dmitri Medvédev, quien ejerció la jefatura del Estado entre 2008 y 2012.
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