No es casualidad que Vestiaire Collective naciera en Francia, el país de la moda. ¡Pues es única! permite a sus miembros renovar su armario, intercambiar sus prendas favoritas y compartir una pasión común por la moda con miles de fashionistas de todos los rincones del mundo.
Vestiaire Collective se creó en Francia en el 2009 y hoy en día cuenta con oficinas en Nueva York, Londres, Berlín, Milán y París, con la intención de crear una plataforma social en la que sus miembros pudiesen comprar y vender una selección de los mejores artículos vintage y productos únicos de alta gama y lujo, pero en las mejores condiciones.
Esta plataforma online de compra y venta cuenta con una gran diferencia respecto al resto: disponen de un equipo de expertos en moda que se ocupan de certificar la autenticidad del producto.
Cada semana, se ponen en venta más de 30,000 novedades seleccionadas por un equipo de estilistas y vienen a reforzar un catálogo permanente de 600,000 productos.
La web se distingue, por una parte, por su catálogo único formado por más de 4.000 marcas y una selección de los artículos provenientes de los armarios de cientos de miles de usuarias de todo el mundo. Por otra parte, su control de calidad asegura que el 100% de los artículos vendidos sean examinados físicamente por un equipo de expertos, algo muy importante considerando el precio no tan accesible de la mayor parte del catálogo.
Más de 100.000 nuevos usuarios se inscriben cada mes, uniéndose a una comunidad internacional de más de 8 millones de miembros y generando interacciones sociales cada mes.
Vestiaire Collective, ofrece un catálogo único formado por más de 4.000 marcas y una selección de los artículos vintage más deseados. Foto cortesía: Trendencias.com
PASIÓN POR LA MODA
Sus fundadores, Sophie Hersan y Fanny Moizant, dos adictas a la moda, junto con Henrique Fernandes y Sebastien Fabre, querían algo nuevo, querían marcar la diferencia. Y lo han conseguido.
Su modelo de negocio consiste, en validar la autenticidad de los productos, que no se traten de falsificaciones, y por supuesto, que estén en buenísimas condiciones. Una tipografía o una costura podrían ser claves. Y segundo, conseguir esa pieza vintage que llevas tiempo intentando conseguir, pero que por uno u otro motivo ya no están disponible dónde te encuentras.
COMENTARIOS