El primer caso de infección por COVID-19 fue una puestera que vendía mariscos en el mercado de animales de Wuhan, en China, y no un contador que parecía no tener ningún vínculo con el mercado, según un estudio estadounidense publicado en la revista Science.
El origen de la pandemia sigue siendo un misterio y una fuente importante de tensión entre China y Estados Unidos.
Hasta ahora, se pensaba que un contador que parecía no tener ningún vínculo con el mercado de Wuhan era el primer caso conocido de la enfermedad tras una investigación conjunta de China y la Organización Mundial de la Salud. El caso de este hombre fue el que contribuyó a la especulación de que el virus podría haberse filtrado de un laboratorio en la ciudad.
Un estudio conjunto de China y la Organización Mundial de la Salud (OMS) descartó este año la teoría de que el COVID-19 se originara en un laboratorio, afirmando que la hipótesis más probable es que infectara a los humanos de forma natural, probablemente a través del comercio de animales salvajes.
El científico estadounidense Michael Worobey, jefe del departamento de Ecología y Biología Evolutiva de la Universidad de Arizona, ha estudiado minuciosamente los relatos públicos de los primeros casos de Covid-19 y ha llegado a una conclusión diferente.
Dijo que el contador informó que sus primeros síntomas aparecieron el 16 de diciembre, varios días después de lo inicialmente conocido. También dijo que la confusión fue causada por un problema dental que tuvo el contador el 8 de diciembre.
El estudio de Worobey detalló cómo la mayoría de los casos sintomáticos tempranos se relacionaron con el mercado, concretamente con la sección occidental donde se enjaulaban los perros mapache, y aportó pruebas sólidas del origen de la pandemia en los mercados de animales vivos./Con información de Reuters.
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