Soledad vive con su marido Daniel y su hijo Kalén en la localidad de San Antonio Oeste, en Río Negro, Argentina. Antes de la cuarentena compraron un perro, pero cuando se decretó el aislamiento obligatorio no pudieron ir a buscarlo hasta Cipolletti, Argentina. Fue por eso que a la mujer se le ocurrió que el animal viajara en taxi.
«Lo que pagamos no fue barato, pero todos pusieron un granito de arena para que ‘Oso’ llegara a casa. Más allá de la plata fue un acto de amor. Lo queríamos tener en casa», contó Soledad.
El encuentro entre Oso y Soledad. (Foto: Captura de video).
Esta no es la primera mascota de la familia: ya conviven con una perrita que encontraron en la calle, dos gatas, y un gatito que rescataron. Y ahora se sumó este ovejero alemán de pelo largo que nació el 23 de abril.
«Por la cuarentena no podíamos ir a buscarlo, entonces le dije al dueño del criadero que se lo diera a otra persona y yo seguía esperando. Pero me dijo que no, que ese perro tenía que estar con nosotros. Entonces se nos ocurrió que viajara en taxi y por suerte desde el sábado está en su nueva casa» detalló.
Cuando por fin llegó a San Antonio Oeste después del lago viaje y bajó del taxi, el perro fue recibido por Soledad. Lo envolvió en una frazada, lo arropó contra su pecho y lo llevó hasta su casa.
‘Oso’ fue muy bien recibido por Kalén con quien no paró de jugar, y por los otros animales. Este miércoles dio su primer paseo en familia en un viaje que Soledad y su marido hicieron a Las Grutas.
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