El asunto de la homofobia en la Eurocopa se ha convertido en un problema económico. La UEFA no quiere molestar a los países involucrados, bien porque sus selecciones estén presentes, bien porque sean anfitriones. Esto choca frontalmente con las intenciones de varias selecciones, futbolistas y ahora patrocinadores.
Después de negarse a que se iluminara el Allianz Arena en Múnich o dejar en manos de las autoridades húngaras la posibilidad de que los fans llevaran banderas arcoíris, ahora han pedido a los patrocinadores que no empleen este tipo de simbología en las publicidades que aparecen en los estadios de dos países: Azerbaiyán y Rusia.
Según ha explicado France Presse, el organismo europeo no quiere molestar a los regímenes de Vladimir Putin e Ilham Aliyev, por lo que pidió a las marcas que pagan que no usaran el arcoíris en el Estadio Krestovsky de San Petersburgo ni en el Olímpico de Bakú. En otros campos (Londres y Roma), sí pueden hacerlo.
Durante el Suiza-España ya no se vio ninguna bandera arcoíris en la publicidad (se celebró en el estadio ruso) como tampoco se verá en el República Checa-Dinamarca.
Algunos patrocinadores no se lo han tomado nada bien. Uno de ellos es el grupo automovilístico VAG, cuya principal marca, Volkswagen, paga una ingente cantidad de dinero por ver lucir su logo durante los partidos en la conocida como ‘U televisiva’.
El gigante de la automoción alemán se ha mostrado “molesto” y ha “lamentado” la decisión de la UEFA, que se produce además en pleno mes de celebración del Orgullo LGBTI en todo el mundo, al menos el civilizado. Queda por ver si aparte de declaraciones esto tiene consecuencias más serias, en forma de ruptura de contrato o similar.
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