Washington.- El expresidente y virtual candidato presidencial republicano Donald Trump y su otrora rival, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, se reunieron este domingo en privado en un club de golf de Miami para cerrar una tregua y sumar fuerzas para lo que resta de la campaña electoral, según informó hoy el diario The Washington Post.
El domingo, cuando DeSantis jugaba al golf en el club Shell Bay, cerca de Miami, Trump se le unió para un almuerzo y conversación privada, según adelantó el Washington Post.
Éste fue el primer encuentro de Trump y DeSantis desde que el gobernador abandonó en enero la brega por la candidatura presidencial en la cual, seis meses atrás, lucía como el principal contendiente de Trump.
Trump, quien no ahorró expresiones despectivas hacia DeSantis en la temporada de elecciones primarias, se encuentra enzarzado en un juicio penal en Nueva York por ocultar pagos a cambio de silencia a una actriz porno, pero aprovechó el parón en las audiencias para viajar a Florida este fin des semana.
El costo de la defensa legal de Trump está drenando los fondos de la campaña presidencial del Partido Republicano, con un impacto en las campañas de otros muchos políticos republicanos que compiten a nivel de estados.
Según informó Politico, el encuentro tuvo lugar por intermediación de Steven Witkoff, presidente de una compañía de bienes raíces y amigo de ambos, y fue a petición del gobernador DeSantis.
Otra fuente, ésta de la campaña de Trump, dijo a NBC que fue DeSantis quien tomó la iniciativa hace dos semanas solicitando a Witkoff que hiciera los arreglos para un convivio a fin de «enterrar el hacha» y hablar de la financiación de campaña.
Por su parte la cadena Fox News de televisión, que citó sus propias fuentes, indicó que la reunión duró varias horas y en ella DeSantis acordó ayudar para que Trump acorte la ventaja que le lleva, en fondos de campaña, el candidato demócrata y presidente Joe Biden.
DeSantis ha sido muy eficaz en la recolección de fondos y durante su campaña por la reelección como gobernador en Florida acumuló más de 200 millones de dólares y buena parte de ese tesoro la utilizó luego en su campaña por la candidatura presidencial.
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